CARLES PUIGDEMONT I CASAMAJÓ General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

 

Este verano hubo ultimátum: «O vuelve Puigdemont a España o se acaba nuestro apoyo», comunicaba Junts a Pedro Sánchez. Reunión de urgencia en La Mareta, Illa por lo catalán, Zapatero por aquello de los apoyos «exteriores» y Marlaska por si se les iba de las manos.

Hubo más visitas atlánticas, pero ya las conoceremos. Un lugar oficial de un presidente del Gobierno, aunque sea de veraneo, debe tener un registro de visitas indestructible y de acceso al menos por la Comisión de Secretos del Parlamento. La privacidad solo en un bis a bis o en la taberna de la esquina.

El problema se agrava porque ni la amnistía ni el dinero pueden con el verdadero objetivo: que Puigdemont vuelva a España sin ser detenido y puesto a disposición judicial.

El plazo ha caducado y ya no hay trato. Veremos si hay truco.

Carles Puigdemont sabe que la debilidad es el momento mejor para el ataque. Esperan hasta el turrón. Luego vendrá el año definitivo.

El independentismo busca un símbolo. Ha perdido la batalla y necesita recuperar terreno. Debe izar una bandera, cantar un himno y lanzar la voz de ataque para la victoria, alguien que encabece el asalto final: un símbolo encarnado. Bandera, himno y rey (del condado): Puigdemont.

Carles no significa gran cosa, es un pelele necesario para no dispersar el conjunto y fabricar a su alrededor una imagen que aglutine la lucha contra España. De ahí su importancia. El símbolo es más fuerte que el poder, es el verdadero poder sobre cuerpo y alma. Es la única realidad integradora. De ahí su urgencia y permanente referencia. Los de Junts creen representar  a la sociedad catalana. Muy democrático y común en nuestra querida España, te dan unos votos y ya crees ser.

La cataluña independentista tiene dinero, pero no tiene símbolo y desesperan porque saben que sin rey, conde al menos, no alcanzan. La lengua no es suficiente, se queda corta, notan que disminuye su influencia, hasta en la poesía, no hay manera de llevarla más allá cuando lentamente desaparece. Es ley y vida, más allá de la voluntad. El Toisón no ha sentado bien.

Anunciaban a Sánchez Albornoz la llegada de Don Juan Carlos a Argentina y el viejo republicano, que allí residía, contestaba: «Es España, España que viene a la Argentina».

Carles no es Cataluña. Ni parecido. Roca con Toisón efímero.

Carles Puigdemont es nadie. Nadie ataca con engaño, no con fuerza.

Odiseo se escapa de Polifemo gracias a, por un momento, esconderse bajo la nada. No puede haber integridad nacional cuando no hay nación. ¿Buscan un símbolo de unidad? ¿o de ruptura? Para alguno avanzar en convivencia es aceptar una ruptura, lograrla, aunque sea a base de romper la convivencia, violentamente si necesario fuere.

El llamado pluralismo político se transforma en  enfrentamiento político muy alejado de la pacífica práctica política. Enfrentamiento disgregador. Del enfrentamiento político se ha llegado al social, que es más peligroso. Estamos en la fase final y por ello buscan el símbolo. Quizá no vuelva otra oportunidad de romper con España y convertirse en esa cosa independiente. Bandera himno y rey. El símbolo que represente en este caso la radicalidad, exabruptos, descalificación, intransigencia y fundamentalismo. Quien sabe si algo más.

Carles Puigdemnoit i Casamajó no pasará a la literatura porque representa, o pretende hacerlo, una figura muy manoseada como todo lo que tiene gran significado en la vida. Pretende ser un símbolo, pero detrás no hay nada, todo es España.

Pretenden construir un símbolo para la independencia, para la Cataluña rancia del poder económico, un rey catalán que sea bandera, himno e historia que represente aquello de lo que carece. No es deseo nuevo, que ya encumbraron la bandera de los Pujol, o alguna Roca que jugaba a la tibieza con media sonrisa muy peligrosa mientras otros se introducían por la puerta trasera del palacio principal de Troya para dejar allí su caballo.

El independentismo quiere bandera y no la encuentra. El símbolo que aúne y reúnan voluntades no existe.

Carles Puigdemont i Casamajó es un último intento con el que la rancia clase poderosa y rica, los intransigentes que siguen en Ítaca, quieren llevarse la convivencia.

Sánchez lo tiene mal porque ha querido vender lo que no es suyo y España es una roca muy dura para que cualquier traidor quiera engañarla.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

29 octubre 2025

 

 

UN GOBIERNO QUE PONE A PRUEBA A LAS FUERZAS ARMADAS. General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

 

Me recuerda al soberbio Azaña. Soberbio no en su acepción de grandioso y magnífico, sino en la de altivo, orgulloso, arrogante y más adjetivos que reunía el pedante personaje. Ahora su sucesor en el Gobierno pretende resucitar la reforma militar pero por vía distinta a la ley o al decreto, por algo más ladino y sensible entre los uniformados como lo es el espíritu de servicio, la disciplina y, si necesario fuera, llegar a la ilegalidad tapada con trapos sucios que se lavan en un tribunal que interpreta pero que no es jurisdiccional. Así cualquiera; diría un castizo.

Pronto Puigdemont en España podrá dedicarse a construir su propio Ejército del que ya tiene sus bases y a su generales, con almirantes en una flotilla para negociar en el Mediterráneo; seguramente con su antigua alcaldesa con el mando del almirantazgo.

Mientras, por si acaso, se vigila a las Fuerzas Armadas, se las somete a prueba de disciplina y obediencia ciega con premio a la sumisión, sin reproches ni discutir las órdenes.

No. El Poder Ejecutivo no puede mandar a diestro y siniestro y convertir los ejércitos en un campo abonado a sus caprichos. Es muy sensible la maquinaria militar a la opinión pública y cuando es manipulada o dirigida se crean vacíos en la Defensa que en el momento actual pueden llevarnos a desaparecer como nación. Esto es muy serio y hay que analizarlo, sin apasionamiento, pero con la opinión de las voces más preparadas que no nacen del sectarismo ni del activismo presente en cada acción gubernamental.

La noche del académico Golpe de Estado en España, aquella en la que el señor Azaña se presentó en el ministerio de la Guerra, pronunció la ley que imponían:

-«¡Cuádrese! Soy el ministro de la Guerra.

Ni Rey ni bandera; el himno de Riego. No es baladí. Era el Estado totalitario. Eran todo fuerza, poder, mando y arbitrariedad.

Las Fuerzas Armadas no son un poder oculto en la sombra ni son una amenaza para nadie, tienen su misión definida de manera clara concreta y concisa en la Constitución y su misión principal está incluso por encima de la del Gobierno, detalle que la Constitución ha querido resaltar al poner la misión de las Fuerzas Armadas en el Título Preliminar y no en el dedicado a la misión del Gobierno.

En la elaboración de la Constitución y su posterior debate parlamentario se planteó la conveniencia de no incluir en el Título Preliminar a las Fuerzas Armadas ya que parecía más conveniente su inclusión en el Titulo IV referido al Gobierno y la Administración ya que las Fuerzas Armadas, debidamente jerarquizadas, forman parte del poder Ejecutivo. El argumento tenía peso en una situación normal de aceptación del fundamento de la Ley: la unidad de España, ya que se otorgaba a las Fuerzas Armadas «un rango constitucional, al margen del Ejecutivo» por lo que parecía más conveniente incluirlas en el Título relativo al Gobierno y a la Administración. No fue así y el hecho es que figuran en el Título Preliminar con todas sus consecuencias. Lo que refuerza, a nuestro criterio, el fundamento de la Constitución: la unidad de España, su indivisibilidad e indisolubilidad, para lo que recurre como ultima ratio a la fuerza, como no puede ser de otra manera.

¿Es que estamos ante una situación anormal o de peligro de la unidad de España? ¿Lo presentían acaso los legisladores?

Es por eso que el trato, que es el empleo, de las Fuerzas Armadas debe ser exquisito y contar con la aprobación de quien es la representación de su soberanía, algo que se está olvidando y que lleva a hacer un uso inadecuado, al menos discutible de nuestras Fuerzas Armadas.

Los recientes episodios desde la COVID (me remontaría a la creación de la UME, incluso a la suspensión del Servicio Militar obligatorio) nunca han seguido, porque ni siquiera han preguntado, el consejo de los ejércitos ni del Parlamento.

Se han aprobado casi todas las medidas de cambios profundos sin contar con la opinión de los profesionales. La lista es larga y muy significativa. La hemos dado en numerosas ocasiones. En estos últimos tiempos se está viendo otra tendencia que nos llevará a insospechados lugares. Es un simple cambio que nos arrastrará a un cambio que ni la leyes podrían hacer. Se trata de manejar con mano de hierro y guante de seda a la Cúpula haciéndola creer que cumple estrictamente con su deber de patriotismo a la vez que se compensa los servicios prestados con esa maquinaria infame de las puertas giratorias.

En la COVID hubo una puesta en escena de la máxima autoridad militar que rozaba el ridículo. Las inundaciones de Valencia dejaron al descubierto a mandos utilizados y que gustosamente se prestaban a la escenificación, al margen de ser utilizados los medios militares en apoyo de la población tarde y mal. «Si quieren ayuda que la pidan«. No vamos a obviar el mal uso que se hace del personal de tropa al que, sin consideración alguna, se le da de baja y retira de los ejércitos al cumplir los 45 años. En fin hay más, pero los ejemplos son suficientes.

Acabamos de ver ese ya acostumbrado uso indebido de las Fuerzas Armadas con la utilización de las mismas en un caso particular y que nada tiene que ver con una cuestión de Estado. El apoyo militar a la «Flotilla» de dudosa legalidad, con la asistencia del buque «FUROR» y posteriormente de una avión del Ejército del Aire y del Espacio (A400). Apoyo a todas luces a una flotilla compuesta por personas particulares que defendían una causa que por muy justa que parezca era algo particular y de dudosa financiación y respaldo. Nada se ha investigado y se ha utilizado a las Fuerzas Armadas en lo que dicen ha sido un apoyo a españoles en riesgo cuando la realidad ha sido un gesto de fuerza provocadora a Israel. Han convertido intencionadamente una cuestión privada en cuestión de Estado usando la maquinaria estatal de las Fuerzas Armadas como seguridad privada lo que es un peligroso antecedente y nos señala como nación alejada de los procedimientos democráticos en el uso del poder de la Fuerza, que debe siempre ser consultado al Parlamento, sede de la soberanía nacional.

Recuerdo al señor Azaña, que se sintió poderoso caballero más armado que la Fuerza, y recuerdo los últimos tiempos en que aquel uniformado le enseñó en su primer acto al recién nombrado (a) ministro (a) de Defensa aquello de -«Capitán, mande firmes». Le guiñó un ojo y le vino a decir -El resto ya lo hacemos nosotros.

No hace falta mirar fuera. No hace falta ponernos a prueba. La hemos superado con creces.

¿Es que todo está en regla?

«Calla, amigo Sancho-respondió don Quijote,
que las cosas de la guerra más que
otras están sujetas a continua mudanza»

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

8 octubre 2025

¡TOP SECRET! Rafael Dávila Álvarez

 

Andan con la Ley de Secretos oficiales a cuestas. Tratos y trucos. Saben que a nosotros no nos va a cambiar la vida, porque nada se sabrá. Los secretos desvelados o que pretenden airear no son sino conversaciones que afectan solo de cintura para abajo. En España somos los mejores en ese tema y los dosieres abundan desde la Transición. Hubo y hay empresas dedicadas a elaborarlos y fueron el inicio de unos servicios de información que todos temían. Se han pagado millones y también unos cuantos se han arruinado ahogados entre ellos.

Aquí lo que nadie va a desvelar es el secreto inconfesable, ese del que todos hablan y nadie confirma con un sencillo documento. Hay varios.

Durante años varios restaurantes de la capital (siempre cinco tenedores) reunían a lo más selecto del secretismo. Para ser espía de alto nivel la gastronomía debía acompañar con facturas desorbitadas. Fue un gran error porque, aunque no se comía marisco para evitar ensuciarse las manos, los besugos y el rape luego largaban. Aquellos ojos de merluza o los de la lubina salvaje a la sal, eran peores que los de Marilyn. Una gamba roja tuvo la culpa.

Hasta que en uno de esos restaurantes se descubrieron micrófonos debajo de la mesa. El pulpo también había hablado. ¿Por qué extrañarnos?

Al Rey Don Juan Carlos se los colaron en su despacho y a su secretario también (micrófonos y tentáculos). Fue expuesto a todo tipo de escuchas y no precisamente con materiales de la tienda del espía sino que aquellos tenían la huella y firma oficial. En cierta ocasión una paloma se estrelló contra el gran ventanal de su despacho y le hicimos la autopsia por si acaso era un dispositivo volante, algo así como un dron. Cualquiera se fiaba. No sabemos ahora hasta donde pueden llegar los elevados aparatos y si los electrones son amigos o enemigos. Sobre los palacios no puede volar nada ni nadie, aunque sea un vuelo comercial, pero quien le dice a la golondrina, pronto emigrará al sur, que no desvele nada de lo visto y oído.

Es una auténtica afición, muy rentable, la de los secretos y si son oficiales más, aunque llevan un gran riesgo. Ahora las conversaciones no se tienen en restaurantes. Hasta el wasap ha pasado a la historia. Ahora se llevan más los acertijos, los enigmáticos mensajes, pero claro hay que interpretarlos y eso es todo un arte que solo está al alcance de los iluminados.

Iluminado fue Edipo. El enigma de la esfinge era adivinar «qué ser, provisto de una sola voz, camina primero de cuatro patas por la mañana, después sobre dos patas al mediodía y finalmente con tres patas al atardecer«. Adivinen.

Pegasus irrumpió como el rape salvaje. ¡Hala! Nos han dejado sin secretos.

Recuerdo que siempre que alguien importante, del grupo de los secretos oficiales, va a un hotel o residencia oficial, suya o de otro, como las de verano, hay una previa inspección donde los especialistas buscan micrófonos ocultos, incluso se controla a los animales, insectos como moscas incluidas, por si se trata de drones. Hay que tener cuidado con los especialistas que nunca se saben de donde cobran.

Hay todo tipo de técnicas y es muy difícil mantener el silencio radio. El gesto delata secretos.

La Mareta ha sido un lugar seguro este verano. Ni siquiera la morralla tenía acceso a las rocosas orillas y el perenquén majorero ha hecho las maletas a pesar de ser especie protegida. Allí se ha hablado muy en secreto, nada oficial que sepamos, aunque a todos nos afecte. Lo de las vacaciones no cuenta como oficial, aunque nos pasen la cuenta. Estos son los secretos de los que les hablaba que nunca conoceremos porque en definitiva ni nos va ni nos viene. ¿A quién le importa una sencilla conversación de verano frente al Atlántico entre Sánchez, Zapatero e Illa? ¿Qué puede tener de malo para una nación soñadora, que se reúnan los ingenieros del nuevo orden en España y piensen la manera de acabar con aquellos que hablan de independencia y libertad?

Nada por lo que preocuparnos. Todo limpio y puro como la brisa que se cuela por los miradores de madera.

Sánchez, Zapatero e Illa. Un trío de inocentes políticos a los que no une casi nada y que casi de nada tienen que hablar. No sé por qué me da la sensación de que más que hablar han pensado; cada uno en lo suyo, en su especialidad. Es decir en España. Porque ellos manejan tres ejes de actuación a los que llaman vectores de fuerza impulsiva, de influencia en el mundo del futuro.

A saber: Cataluña, China y la república. Cada cual debe ponerse a trabajar en lo suyo. Círculo y bastón.

Después de la reunión una piedra en el camino: los incendios.

Consigna: aguantar hasta septiembre. En la última semana de agosto el tema liquidado.

Hay que centrarse en Cataluña que es la llave del edificio. La derecha catalana quiere más rentabilidad para su dinero. No les alcanza. Puigdemont está dispuesto a presentar el reto de su regreso. Hay que arreglarlo y no quieren líos en los juzgados. Bastante tienen. O arreglamos su vuelta o cumplen su amenaza. En Europa se están cansando de Puigdemont y de Sánchez. Hay que buscar una alternativa que dé fuerza y peso internacional.

El Caribe venezolano es algo más serio. Trump está insoportable y sabe por donde atacar. Ahora se ha plantado frente a Maduro. Lo que faltaba. Su posible éxito con Putin nos va a dejar en la estacada.

Lo de China son palabras mayores porque es difícil entender el idioma interno de sus empresarios. Están dispuestos a atacar por el sur. Les interesa mucho el Estrecho. Cataluña lo ven como un verdadero centro de operaciones y andan buscando un lugar parecido, algo enredado, pero seguro para sus intereses, por el sur. Se han analizado varias ciudades como posibles y contemplan dominar así el Mediterráneo y el Atlántico. No tienen prisa, pero quieren garantías.

Las palabras se las lleva el viento, pero los deberes están marcados.

Todo muy delicado y necesaria mucha inteligencia artificial. No vaya a ser que las elecciones las vuelvan a ganar.

Por último: si algo falla hay que tener alternativa y salida. Es un secreto a voces del que se ha tratado muy a fondo en La Mareta. En Waterloo no hay sitio para todos.

Las conversaciones siguen abiertas.

PD. Cerrado el artículo caigo en la cuenta, y desde gran altura, que no he mencionado la presencia en semejante Palacio veraniego del ministro de la cosa Interior y mucho más: Fernando Grande-Marlaska.

¿A qué se deberá tan grave olvido?

Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

25 agosto 2025

 

PUIGDEMONT DETENIDO. TODO ES UNA ESCENIFICACIÓN PACTADA Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Ruego presten atención. No les habla el pregonero de La Moncloa, sino las bases de una cierta experiencia de lo sucedido en España y su reciente historia, alguien que desde distintos lugares ha podido comprobar y contrastar como aquí el Poder es pura magia y nosotros espectadores en la caverna platónica.

En mi libro La Segunda Guerra Civil de Franco les cuento la historia del prófugo Santiago Carrillo y cómo, ya entonces, los métodos eran los de siempre. Podríamos seguir con historias como aquella tan terrible del GAL, o la fuga del Director General de la Guardia Civil, incluso la del ladrón del furgón blindado. Claro nada al lado de los ERE, de los golpes de Estado desde el Poder con indulto, amnistía, tocata y fuga. Somos un ejemplo de escapatorias organizadas desde el poder. Por irse se va el oro del Banco de España o las maletas de Delcy. Ni rastro.

Al morir Franco y la consiguiente coronación del rey ya pocos se acordaban de la figura de Santiago Carrillo. El 22 de diciembre de 1976 se comunicó que había sido detenido a su entrada ilegal en España junto a otros siete militantes comunistas. Todo estaba preparado para que así fuese. Carrillo llevaba en España prácticamente todo el año 1976, ya que en febrero había entrado disfrazado con peluca en un lujoso mercedes propiedad de su amigo Teodulfo Lagunero. Se ha pensado que su estancia en España era absolutamente clandestina y no fue así ya que se alojaba en la finca de Lagunero sometida a estrecha vigilancia. Carrillo se movía sin grandes precauciones y entraba y salía de España con facilidad. A través del abogado José María Armero, Carrillo logró reunirse con Adolfo Suárez y de esta reunión salió la legalización del Partido Comunista.

He contado también en alguna ocasión como fueron los inicios del 23F y las reuniones clandestinas que algunos de sus impulsores intelectuales realizaban por pueblos catalanes en fiestas y así pasaban desapercibidos para los eficaces servicios de información cuando resulta que alguno de sus miembros formaba parte de aquellas reuniones.  El «golpe de  timón», para el que no lo sepa, es de origen catalán, acuñado entre las romerías de los golpistas.

Alguien puso micrófonos en el despacho del rey y nunca se ha sabido quién fue. ¿O sí? Lo peor es no saber lo que se grabó. Yo sé quién lo sabe.

Aquí se sabe todo, pero nadie dice ni hace nada sin la voz de su amo. España ha sido durante años un mundo de dosieres.  El Centro los coleccionaba. Menudo negocio.

Algún día se sabrá lo de las urnas del golpe de Estado del 1 de octubre, las que no existían, y quienes formaban parte de aquella mascarada  que aún no ha finalizado. El entonces Director del Centro nunca abrió la boca.

Lo de Puigdemont es imposible, es materialmente imposible no detenerle.  Que haya escenificado este inútil espectáculo para mostrar su poder y dejar en ridículo a quienes ha dejado, forma parte de un pacto servil y traicionero. Lo demostrado es  el Poder de la poderosa Moncloa. Es imposible que no haya sido detenido por un fallo policial. Todos los que han colaborado han retado a la Justicia (con mayúscula), y se han reído de ella. Veremos quien ríe más tarde. Pero ha sido un pacto de Estado si es que hay Estado o una banda de delincuentes. ¡Vaya Golpe! Repito sabiendo lo que digo: es imposible que se les haya escapado a los mozos de Escuadra, otros en la frontera , o CNI. Entonces sí que sería una grave preocupación.

Puigdemont ha querido enviar un mensaje:

-No me vais a detener. Os detendré yo a vosotros. Cataluña independiente.

Ese es  el proceso que ha puesto Puigdemont en manos de Moncloa y esta a su vez en Illa, un fracasado que consiguió conducir la ilegalidad  con el visto bueno de los Ejércitos y de la Guardia Civil a los que sacó a escena dando visos de legalidad al encierro en el redil en el nos metieron. Aprendieron después de aquello que todo vale y es factible legalizar el delito.

La Justicia (con mayúscula) o se somete o la someten como ya lo está la Fiscalía y el Constitucional. Y el Estado.

Este montaje de aparezco y desaparezco estaba consensuado, queda claro que ha sido un golpe de efecto, un mensaje a la Justicia y una muestra del poder que tienen los delincuentes  contra lo más sagrado de una nación: la Constitución.

Todos contentos elegimos playa o montaña.

Hay una segunda parte que olvidan. Quien gana es el poder político que sabe que manda, ordena, cumplen sus órdenes, legales o no, y no pasa nada.

Debería ser la hora de la Justicia porque hemos quedado en ridículo.

La Justicia sin la fuerza no es nada. Pregúntense: ¿Quién tiene la fuerza? Como la  Fiscalía.

Me gustaría saber con quienes se reunió Puigdemont la noche anterior al espectáculo. Ustedes no darían crédito.

Lo peor es que se sabe. Pero usted solo verá las sombras proyectadas en la caverna. Prisionero, somos rehenes.

La historia sigue: Puigdemont será detenido. Liberado. En poco tiempo Presidente de Cataluña y Pedro seguirá a cambio en La Moncloa con presupuesto para un nuevo colchón.

Todo está pactado. Y más.

Desde que empecé a  saber lo que ahora ya sé un escalofrío me recorre el cuerpo cada vez que cojo la pluma y me enfrento al blanco papel.

«Yo nada pude hacer; los dioses me cogieron en una trampa que no había previsto», dice un Edipo derrotado, viejo y abandonado.

PD. Lo de Pedro en La Moncloa no está del todo claro. Puede incluso que el próximo okupa sea Puigdemont o un descendiente suyo. Será desde un Estado Catalán, republicano –o no–, que se convertirá en invasor. Entonces, en la lucha abierta, podríamos ganar. Ahora estamos perdidos. No hay Estado español ni nación española. Delincuentes.

La independencia de Cataluña la ha puesto en marcha Pedro Sánchez con su salvador: Illa. Ese es el objetivo. Puigdemont es una burla mala.

¿Hay solución? No. Son tiempos en los que nadie está dispuesto a arriesgar la cómoda paguita y el ir tirando, que bastante tiene cada día con su afán… No confíen en el azar. No existe en política, solo en la guerra.

Sigan de veraneo que se lo merecen. Sobre todo el de La Mareta. ¿Qué tío! Mientras, les dejo para su meditación de cerveza y una de gambas, con Demóstenes: «Los grandes sucesos dependen de incidentes pequeños». ¿Qué querría decir?

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

14 agosto 2024

 

INVESTIDURA EN CATALUÑA: TRAICIÓN SOCIALISTA A ESPAÑA CON GOLPE DE ESTADO INCLUIDO. Rafael Dávila Álvarez (General de División. R.)

 

¡Traición!

«La bandera de España simboliza la nación; es signo de la soberanía, independencia, unidad e integridad de la patria y representa los valores superiores expresados en la Constitución».

Sentencia del Tribunal Supremo del 24 de julio de 2007: «La bandera debe ondear diariamente con carácter de permanencia, no de coyuntura, no de excepcionalidad sino de generalidad y en todo momento».

Olvídense de Puigdemont. Aquí la traición está consensuada y además existe el grave problema de que no sabemos hasta donde alcanza la metástasis y a cuantas instituciones y partidos ha infectado.

No creo que una imagen valga más que mil palabras, pero en este caso la traición queda grabada en la foto de la toma de posesión del socialista de turno, el viejo conocido, por insoportable, señor Illa, de la presidencia de la Generalidad de Cataluña.  En cualquier nación democrática la ceremonia debería ser anulada por marginar al Estado español, a la nación española simbolizada en su bandera. El acto fue una escenificación de independencia  presidida por un claro representante del que dice ser  presidente de la nación española, socialista, obrero, español. Indignante. Nada peor que acostumbrarse y como ya dije hace tiempo nos están acostumbrando a no ser españoles.

No requiere el tema de muchas explicaciones. Un acto independentista ilegal en su simbología para que un socialista encabece el proceso de independencia de Cataluña dirigido desde La Moncloa por Pedro Sánchez. ¿Necesitan alguna prueba más? ¿Por qué hablan y les extraña el sainete o  la comedia menor de Puigdemont si el traidor está en otro lugar y de cara al público?

Desenmascaremos de una vez por todas el proceso. Lo encabezan desde  La Moncloa y el que no quiera verlo es porque está de acuerdo. No son cosas de un día para otro sino que tiene todo un planeamiento en el que a cada elemento se le ha asignado el momento de entrar en escena.

Si yo estoy indignado con lo visto y lo que veremos es por dos razones: una por español y la otra por militar español. Como español no necesita explicación y como militar tampoco, pero haré alguna matización para que se me entienda.

Empezaremos con la Constitución que si no me equivoco se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles y que en su artículo 8, Título Preliminar, señala de manera rotunda: «Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional».

¿Qué soberanía? ¿Qué independencia: española o catalana?, ¿quizá la vasca? ¿Qué integridad territorial: catalana, vasca, Gibraltar, quizá Ceuta y Melilla? Suena a broma cuando el mismo presidente del Gobierno habla del primer paso para el federalismo desintegrador. ¿Qué ordenamiento constitucional?: ¿el del golpe de Estado, la amnistía?, ¿el amañado desde el poder político para manipular la Constitución? ¿el asalto al Poder Judicial?

El juramento a la bandera: «¿Juráis o prometéis por vuestra conciencia y honor cumplir fielmente vuestras obligaciones militares, guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado, obedecer y respetar al Rey y a vuestros jefes, no abandonarlos nunca y, si preciso fuera, entregar vuestra vida en defensa de España?»

¿Qué bandera? ¿Qué Constitución? ¿Conciencia, honor? ¿Norma fundamental de qué Estado? ¿A qué obligaciones militares se refiere? ¿Rey, jefes, quién abandona a quién? ¿Defensa de España, de qué España, donde está su bandera? Claro que son simples preguntas que te haces, se hacen o te hacen los soldados.  Mejor suprimir todo el articulado y decir otras cosas que respondan a la verdad  que se nos ofrece y escenifica. No merecemos que se nos mienta y menos por escrito en forma de ley.

El que ordena miente y no cumple lo que ordena.

Las Reales Ordenanzas, la Directiva de Defensa Nacional, leyes y reglamentos repiten lo mismo por activa y por pasiva, pero mi bandera, nuestra bandera es ultrajada y no hay mayor ultraje que abandonarla o hacer como si no existiese en territorio español, cambiarla por otra que es ofenderla con el desprecio. Eso en lenguaje militar y español es traicionar a España y hacerlo de la manera más indigna: abandonar la bandera. Todos los que estaban en esa toma de posesión lo hicieron con su simple presencia y por no denunciar con su ausencia inmediata de  aquel lugar donde se despreciaba a la bandera de España.

No hablo nada más que por mi, pero estoy seguro que como yo hay miles de militares y españoles indignados por algo tan simple como es haber despreciado a nuestra bandera con el mayor de los desprecios: ignorarla.

Fue un acto independentista en toda regla la toma de posesión del señor Illa que da inicio con ello a la desintegración territorial de España desde el mismo Estado español, eso que está tan atado y bien atado en la Constitución, tanto que ordena a las Fuerzas Armadas que sean ellas las que velen por esa integridad territorial

Así que termino con un ruego: no nos engañen si no quieren llamarse a engaño. Cambien la Ley y no manipulen a los soldados, desde el primero al último, que todo lo aguantan menos que les hablen alto. Que les mientan.

No nos hagan responsables de lo que no somos ni nos señalen misiones que incumple el que las ordena. Casi diría que ordena el mismo que legisla, ejecuta y juzga. Y manda. Con traición.

A la vista está. La toma de posesión del señor Illa, del partido socialista, ha sido un acto independentista en toda regla apadrinado por el presidente del Gobierno español. El problema de España no es el independentismo catalán ni vasco, es la desintegración territorial que lleva a cabo el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de la mano de los señores Zapatero y ahora Pedro Sánchez.

Algo habría que hacer, pero resulta que hay mil acciones todas distintas y dispersas porque todos nos creemos tener la solución y ser la nuestra la única válida. La derecha  desunida da un espectáculo lamentable, como el de esta España dividida. Hemos (ellos han) puesto las bases de la desunión de manera que ya no sabemos cual es la bandera, ni el rey, ni la forma de Estado. Aquí lo único que sabemos es que la delincuencia política gana posiciones y España está cada día más cerca de desaparecer y, parece, que con la bendición de una Europa que está acompañando en su vuelo a los buitres. Una España rota abrirá otras rutas, quizá por Gibraltar o Marruecos.

Hemos asistido a la ceremonia inaugural de independencia en el Parlamento de  Cataluña. Atado y bien atado. Acaba de romperse España y los españoles sin enterarnos.

No más engaños: cambien la Constitución, cambien la Jura de Bandera, rompan España sin engaños, devuélvanme lo que es mío y bórrenme de su listado. Yo me voy ante esta traición porque ya solo me queda la pluma.

Enfundaré la espada para no formar parte de su traición.  No la pluma que tanto les molesta.  Antes  permítanme que repita una y mil veces: ¡Traidores!, que seguiré escribiendo.

Rafael Dávila Álvarez (General de División. R.)

Blog: generaldavila.com

12 agosto 2024

 

ESPAÑA EN EL AQUELARRE. Rafael Dávila Álvarez

La pasada noche electoral asistimos a la danza de la derrota alrededor de las cenizas de España. Entre todos habían incendiado la patria que ardía en inaudito aquelarre mientras los basureros esperaban para retirar sus restos humeantes. Ebrios de alucinógenos que consume el odio de la derrota buscaban los perdedores, con saltos y botes alocados, una victoria más allá de las urnas, en los entresijos de la ilegalidad que el voto puede conceder.

Muchos, no mayoría, de ahí el aquelarre, asistíamos absortos a las imágenes que las televisiones proyectaban como resumen del día electoral.

Incomprensible o quizá no tanto. Tácticas de malos soldados que a veces dan ventajas en el campo de batalla para caer luego sobre tus espaldas.

El presidente del Gobierno, en este caso como líder del PSOE, salía en su sede como victorioso de unas elecciones que acababa de perder. La ministra de la Hacienda pública daba saltos enloquecida como si la Hacienda quedase en casa, algo esperpéntico, y la esposa del presidente daba saltos y tumbos quizá por lo del cambio de colchón. Inaudita la escena de un perdedor que no felicita al ganador y que, por tanto, espera pactar para gobernar con lo único que le queda: Txapote y Puigdemont.

España, que ya no sería España, queda en manos de un fugado de la justicia española amparado por una Europa que nos mira, pero nos mira mal y sonríe. Está encantada (poderes mágicos que guardan durante todo este tiempo al prófugo que decide el futuro de España).

Al final el resumen es que con las pistolas, la bomba lapa y el incumplimiento de la Ley se puede llegar muy lejos, tanto como para darle la vuelta a una victoria electoral limpia, insuficientemente ganadora, pero ganadora.

Ahora es el momento de que aflore la soberbia política. De abandonar al partido ganador en busca de la traición a la nación. Es un final triste para España.

Tan triste que incluso los que están recogiendo votos «de aquel descontento  pasado», los que dicen ser los únicos  que lo hacen con eficacia y valor para España, para hacer una España fuerte y sana, cargaban contra los ganadores como si la causa de su derrota fuesen los ganadores que, por cierto, no dejan de ser los mismos, ellos mismos pero con el ceño fruncido. Así no vamos a ninguna parte. Dudo de qué España queremos. Cada vez se ve más claro hacia dónde vamos y como la táctica de divide y vencerás le está dando resultados inmejorables a su creador. Es un invento ya probado con éxito en otros lugares. ¡Ah Europa! ¿Te acuerdas? Tarde pero aprendemos. Cada uno debe aprender de sus propios errores sin mirar el examen del que se sienta a tu lado.

Los conservadores suelen ser vagos y lentos y hoy la guerra exige sacrificio y rapidez. Eso ha faltado.

No es fácil el momento ni sabemos lo que pasará, pero aquí con tal de que te den un pito de oro (una pasta), una gorra, el acta de Diputado y que te saluden en tu pueblo, te venden España con Gibraltar incluida. Ya lo han hecho.

Esta es la España de Zapatero, la de Sánchez la de Puigdemont y la de Txapote. No sé si a ustedes esta opción les gusta. ¿Qué no? Pues haber votado otra. Porque alguno no ha votado, ¿verdad?

En sus manos quedamos. ¿En las de quién? No lo sé. ¿Puigdemont, Txapote o Sánchez?

Dos alternativas:

1.—Nuevas elecciones, y cuidado porque puede ser la puntilla o, por el contrario, resurgir de las cenizas. Otros no van a votar por usted así que espabilen

2.—Despídanse de España. A lo mejor es lo que quieren los españoles.

Por lo pronto el ganador de las elecciones debe rentabilizar su victoria, exhibirla y no olvidarla. Enmendarla también.

Luchar juntos. ¿Es posible? ¿Es posible bajar el nivel de vanidad? ¿Es posible abrir los ojos ante lo que tenemos? ¿Es posible dejar de mirar para atrás?

Hay que adentrarse en el bosque de los Cedros y acabar con Humbaba, derrotar al Toro Celeste, y para ello deben ir juntos Gilgamesh y Enkidu, aunque al final uno deba morir.

Un consejo añadido:

«Vino a Colofón un anciano y divino aedo, servidor de las musas y de Apolo, el que hiere de lejos, teniendo en sus manos la melodiosa lira.

Los dioses no le hicieron cavador ni labrador, ni hábil en ninguna otra cosa: carecía de todo arte.

Sabía muchas cosas, pero todas las sabía mal.

Muchas cosas sabe la zorra, pero el erizo una grande» (Margites).

Todo lo que fue sigue siendo, incluso entre la zorra y el erizo.

En cualquier caso el perder batallas enseña a ganarlas. Eso espero por el bien de todos.

Rafael Dávila Álvarez

26 julio 2023

Blog: generaldavila.com

 

 

ESPAÑA NO PIERDE LA OPORTUNIDAD DE HACER EL RIDÍCULO Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

«Por eso toda mi obra y toda mi vida han sido servicio de España. Y esto es una verdad inconmovible, aunque objetivamente resultase que yo no había servido de nada». En los mismos términos que Ortega y Gasset  podría haberse expresado el abanderado del rey que perdidos los brazos con los que llevaba la bandera y la espada recogió la enseña con sus muñones y la sostuvo con la boca: Juan de Dios Aldana.

Uno y otro, filósofo o soldado, convirtieron su vida en servicio, algo que no entienden los traidores y cobardes desertores del oficio de la nobleza y sí entienden millones de españoles que cada día trabajan y se esfuerzan en y por su querida España.

¿Quién es este personaje al que todavía se protege en Europa en aras a las falsas libertades para ofender a mi nación? ¿Qué libertad es esa que proclama Europa, una Europa de indefensión además de indefinida, de la que se van sus miembros; y más que lo harán?

No es admisible que el deshonor de un oscuro personaje huido de la justicia diga que España hace el ridículo. Una huida hacia adelante que detrás lleva traición e ignominia.

No miremos en exclusiva al personaje. La mirada y los epítetos deben ser dirigidos al presidente del Gobierno que tiembla pensando que la detención del presunto le cueste el puesto y deje de gobernar. Sería lo mejor para España, uno en la cárcel y el otro a vivir de su suculenta pensión mal ganada; dos por uno para nuestra tranquilidad. Llevamos demasiado tiempo siendo el hazmerreír de Europa, muestra de la epidemia de pobreza intelectual que nos acecha.

Las dos notas destacables del insulto del huido traidor a la patria que le vio nacer son achacables a quien tiembla porque puede ser despedido fulminantemente de la presidencia en cuanto pierda el apoyo independentista y filoterrorista: Pedro Sánchez.

¿Por qué dice usted eso?: por su irresponsabilidad y, lo que no es lo mismo, por el ilimitado poder que se otorga (incluido el de hacer y deshacer España como nación).

En España estamos ante una Revolución de calibre desmedido que va a cambiar (de hecho ya lo ha hecho) nuestro futuro.

Ante tan desasosegante panorama nos encontramos sin general, porque esto es una guerra donde el enemigo también, entre otros, está en esa modernita y perdida Europa que nos humilla.

España no es una nación y de eso se encarga un presidente de España cuya misión es acabar con España. No hay otra.

«Nos falta la cordial efusión del combatiente y nos sobra la arisca soberbia del triunfante. No queremos luchar: queremos simplemente vencer. Como esto no es posible, preferimos vivir de ilusiones y nos contemplamos con proclamarnos ilusamente vencedores en el parvo recinto de nuestra tertulia de café, de nuestro casino, de nuestro cuarto de banderas o simplemente de nuestra imaginación». Esto decía hace muchos años José Ortega y Gasset en La España invertebrada. Como ahora ¿o ahora más?

No estaría mal que Casado y Abascal se diesen cuenta que no monta tanto como tanto monta y que el mando o es único o no es mando.

La carrera política exige: sacrificios y olvidar los retratos a caballo con la espada vencedora. Por encima de todos sus personalismos está España y esta es la oportunidad.

El camino quedaría expedito: Puigdemont frente a la justicia española y Sánchez a cobrar la pensión. Ambos se lo merecen. Única forma de dejar de hacer el ridículo. Ofendidos.

¿Nunca vertebraremos España?

Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

27 septiembre 2021

TODO ESTÁ CONSUMADO General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Pedro Sánchez: el candidato

Cuando se consumó la exhumación de los restos de Franco de la Basílica del Valle de los Caídos, confundimos el gesto.

¡Que si la ley de memoria!, ¡que hay que ver!, ¡que a lo que hemos llegado!, ¡parece mentira!, ¡esto es la guerra!, ¡el valle no se toca!… ¡Ya!

Es triste recordar aquello del muerto al hoyo y el vivo… Simplemente es. Ahí está, ahí está.

No nos dimos cuenta que Franco era una escusa, simplemente el gesto, la señal de lo que vendría detrás. Mal agüero, y hasta me atreví a recordar el canto XII de la Ilíada:

<<y llevaba apresada entre sus uñas una roja serpiente color sangre…>>

Ahora se van descubriendo. Ellos y los otros. Casi todo.

Resulta que iban a ganar, pero no ganaron. Lo que no están dispuestos es a perder. Nunca lo sufrieron.

El gesto es lo que significa, es el aviso de lo que con él trae. Los restos de Franco se los llevaron a otra parte. Entre las condiciones: el olvido de la derrota -por ley- y  vuelta a empezar. No era solo vencer a Franco. Un mensaje que creo no necesita más explicaciones. Obviedad.

-Si hemos sido capaces de esto. No sabéis lo que os espera.

Se cerró todo aquello y lo que aquello trajo. Hasta la Navidad; convertida en acto pagano. Volvamos a los inicios y empecemos de nuevo. A los tiempos, no del futuro, no, sino a aquellos anteriores a la derrota. Desde ahí comencemos lo que no supimos ganar con honor. La calle es nuestra. Una vez más. Constituyámonos con aquella Constitución y la ley de defensa de nuestra República.

El Pacto no se llama de San Sebastián, pero nombre tiene.

¿Que la derecha defenderá…? , ¿qué? Como entonces y como ahora. Su parcelita.

¿Presidente? Lo habrá. Hasta Puigdemont podría, que prepara su regreso. O Pujol donde todo empezó de nuevo. Por ahora el que tenemos les ha servido. En bandeja de plata; grabada.

Nosotros, todos, sigamos mirando hacia aquel lugar donde nada se ve.

¡Hechos probados!, dice uno. ¡Discrepamos! dice el otro. Y así.

<<La realidad puede más que la realeza>>, dijo Sánchez-Guerra.

<<Antes de que el sol se ponga>>, conminó Alcalá Zamora.

Todo está consumado. Solo hacen faltan unas municipales.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

12 diciembre 2019

 

CATALUÑA: CUANDO LA POLÍTICA NO ENCUENTRA UNA SOLUCIÓN PACÍFICA General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Cataluña: situación prebélica.

Moltke, jefe del Estado Mayor prusiano durante 30 años (desde 1857), enseñaba a sus oficiales que cuando el enemigo tiene abiertos ante sí tres caminos, de ellos elegirá el cuarto.

Alguno se empeña en presentar la independencia de Cataluña como un problema político. Lo es si nos atenemos a la usada, reiterado mal uso, de la definición de Clausewitz de que la guerra es la continuación de la política por otros medios. Queda así dudoso el concepto si no se añade que eso ocurre porque la política no logra encontrar solución pacífica. La guerra es el último recurso de la política. Para llegar a esa situación antes se recorren otros caminos que lo anuncian. Cerrar los ojos ante las evidentes señales es una temeridad.

Hablar de guerra en Cataluña se me antoja prematuro. Todo se andará. Pero las señales nada bueno anuncian.

<<El mejor agüero es este: combatir por la Patria. ¿Por qué te dan miedo el combate y la pelea?>> (La Ilíada, canto XII).

No encuentra la política solución al golpe de Estado en Cataluña. No porque no la haya, sino por cobardía. Lisa y llanamente por cobardía.

<<Sé que los cobardes huyen del combate, y quien descuella en la batalla debe mantenerse firme, ya sea herido ya a otro hiera>> (La Ilíada. Canto XI).

Mejor podríamos hablar de desbordamiento de la delincuencia en el que están implicadas las más altas instituciones de Cataluña. Delincuentes: unos juzgados, otros en delincuencia manifiesta. Abarca a la palabra y a los hechos. Hechos muy graves que la Guardia Civil ha desarticulado a tiempo, antes de una tragedia. En Cataluña no se combate, por ahora, se delinque. Diferencia fundamental. Nada tiene que ver un soldado con un delincuente. Ellos quisieran tener un ejército, ya tienen un proyecto, pero nunca sería tal, sino una banda de delincuentes, o más claro, de forajidos. Uno de sus jefes es ya un forajido; acompañado de otros cuantos. Puigdemont es la definición. (Forajido: Delincuente que anda fuera del poblado, huyendo de la justicia).

No. Esto no es una guerra. Es pura cobardía e incumplimiento de la ley. Lo de Cataluña es la prueba evidente de la cobardía de España. Digo bien, porque nuestros representantes son los responsables. Los que tenían que tomar medidas, los que asumen la soberanía, hablan y actúan por nosotros. Pues habrá que pensárselo: <<Por sus obras los conoceréis>>.

Todos tenemos culpa.

Esto no es una guerra, pero podría serlo. Es, por ahora, una feroz lucha contra la delincuencia. Los delincuentes están organizados; dirigidos desde las más altas instituciones catalanas, ejecución a todos los niveles, servicio de información que abarca toda la península y se infiltra en los del Estado, agencias en el extranjero, logística pagada con los presupuestos del Estado español, grupos violentos que atacan con objetivos tácticos  que responden a la gran estrategia del terror para la independencia; pero ellos no han sido. Esto no es una guerra, es peor. Es luchar contra delincuentes con riesgo de la vida. Un lucha donde no hay honor ni valor. Solo traición. Ningún apoyo. Ningún capitán que te dirija y guíe. Como caigas en la lucha contra ellos serás humillado, rechazado y declarado culpable. No hay confianza en la batalla. Los que combaten y luchan por la Ley se encuentran desamparados, sin capitán. Sin ejemplo a seguir. El soldado siente una inmensa soledad en estos momentos de la batalla.

La política no encuentra solución

La escalada de la delincuencia puede dar lugar a que la política continúe por otros medios y será por la incompetencia de quien debería haber utilizado los que la política pone a su alcance. No lo hizo, no lo hace y cuando quiera será tarde. <<El necio solo conoce el mal cuando ya está hecho>>.

En definitiva: estamos ante una situación prebélica. La pérdida de la iniciativa es evidente. La lucha partidista no permite hacer un frente común. La unidad de España está en juego, no hay unidad en el planteamiento para su defensa.

Ante ese panorama el enemigo, ha elegido el cuarto camino: el de los forajidos.

De seguir ofreciendo una pírrica defensa habrá que continuar la política con otros medios.

Cuando no hay ley y se desata la violencia dirigida desde un Parlamento, y la respuesta es ninguna,  es señal de que la política no encuentra solución pacífica. Ya se sabe lo que eso significa.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

4 octubre 2019

Quod nihil illi deerat ad regnandum praeter regnum. General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

A su regreso de Waterloo Lord Wellington es aclamado como héroe nacional en Bruselas. No conocen al hombre ni al militar.

La pregunta que le hacen es de tal simpleza que podría haberla contestado Copenhagen, su resistente caballo.

-¿Le ha gustado que a su regreso de Waterloo le aclamara la población en éxtasis?

-En absoluto; si hubiera fracasado, me habrían fusilado.

La guerra tiene al menos dos caras. Los vencedores y los vencidos. Nada tienen que ver victoria y derrota para la presencia mezclada de héroes y villanos en el campo de batalla. Por eso el general sabe dosificar sus triunfos y mientras saborea la victoria no olvida la derrota; tampoco pierde de vista su retaguardia.

Nos dice Maquiavelo que Alejandro Magno llegó a ser dueño de Egipto y del Asia Menor en pocos años y, muerto apenas había conquistado tales territorios, cuando parecía razonable que se alzaran en rebelión, los sucesores de Alejandro los conservaron sin hallar otra dificultad que la derivada de sus ambición personal. Nadie debe asombrarse de la facilidad con que Alejandro conservó Asia bajo su cetro ni de las dificultades con que tropezaron Pirro y tantos otros a la hora de conservar sus conquistas cosa que no ha de atribuirse al mayor o menor talento y capacidad del vencedor sino, más bien, a la diversidad de los vencidos. (El Príncipe. Cap. IV. Maquiavelo).

Ustedes lo entienden. Mejor no explicarlo. La capacidad del vencedor es conocida solo en parte (no sabemos lo que nos queda por ver). La diversidad de los vencidos a la vista está.

Ya no hay rey. Ahora entra en juego el Emperador. Que tiemble Europa. No hay caballo, ni Bucéfalo ni Copenhagen, ni siquiera la yegua Babieca, pero siempre habrá un mystére rumbo a ninguna parte.

En el Palacio de la Moncloa, camino de convertirse en Versalles, recibe a los vasallos, ahora perdedores: vamos a hablar del Estado. Desde el palacio dirige un imperio de perdedores. Todos. Hablar del Estado.

-¿Del catalán? Me ha preguntado una señora que pasaba a mi lado.

-¿De la España plurinacional o de la federal? Me decían en la cola del supermercado.

-¡Que no! ¡Que no sube los impuestos! ¡Qué vamos a vivir mejor!

En mi calle, cortita y algo de pueblo, han cerrado en estos últimos seis meses tres tiendas.

-No me da para pagar el alquiler.

-Me quedaba una empleada y he tenido que despedirla.

-Llevo tres meses que aquí no entra nadie.

Puede ser que ahora se le ponga cara de bueno y pretenda hacernos creer que él nada tuvo ni tiene con independentistas, filoterroristas, y que nunca caerá en los brazos del comunismo podemita. Pues ni ante notario. Tampoco aquello era una crisis.

Ya nadie pregunta por Puigdemont. ¿Se le mira -y juzga- de distinta manera?

Nadie pregunta por indultos.

Muchos cambian de bando. Los medios no; aferrados a lo suyo, les ha ido bien.

Acaba de terminar una dura batalla. Se retiran las tropas. Algunas retroceden. Una fuerza que se rinde sin haber agotado todos los medios de defensa, está deshonrada, y su jefe es el responsable.

Claro que aquí los motivos son más prosaicos que esas cosas del deber, del honor y del valor. En algún partido político tiemblan solo por una razón: <<Si el emperador me quiere que me pague, pues solo el honor de estar con él no me alcanza>> (Mozart).

En la puerta de ese Palacio, rumbo a Versalles, debería figurar este bello poema del Indio Naborí que figura en la entrada del partido comunista cubano:

Si no vienes a dar,

a dar el tiempo, el corazón, la vida

no desesperes por entrar

que en la entrada comienza tu salida.

Si vienes a buscar

el privilegio, la ocasión mullida,

no desesperes por estar

donde la flor más bella es una herida.

Este lugar es un lugar propicio

para el amor al sacrificio

aquí tienes que ser

el último en comer

el último en dormir

el último en tener

y el primero en morir.

(Jesús Orta Ruiz, Indio Naborí, 1922-2005)

No estaría de más esperar a la salida.

Ver como se entra para ver como se sale.

<<Quod nihil illi deerat ad regnandum praeter regnum>> (Nada le faltaba para reinar excepto el reino).

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

7 mayo 2019

CONGRESO MUNDIAL DE MÓVILES. ¡LA REPÚBLICA NO EXISTE, IDIOTA! Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

El Rey inauguró ayer en Barcelona el Congreso Mundial de Móviles (Mobile World Congress).

Torra y Colau plantaron al Rey, se escondieron para no darle la bienvenida. No se puede decir que peor para ellos porque estos gestos son muy graves para Barcelona y por tanto para España. Todos perdemos con estas actitudes a las que habría que hacer frente. Allí nos jugamos mucho en todos los aspectos. Y este señor y esta señora, y los que les siguen, animan, empujan, parece que tienen como prioridad hundir Cataluña. Empezando por Barcelona. Les falta cada vez menos.

Los autodenominados Comités de Defensa de la república (CDR)y la organización juvenil Arran han vuelto a tomar la calle, hacerse notar, colaborar en el hundimiento de Cataluña. Insultar al Rey, es decir a España; es su deporte favorito. Pero alguien les empuja y dirige. Torra y Colau parecen muy contentos con estas actitudes.

Hay miedo e indignación, pero nadie hace nada. El presidente del Gobierno de España está donde estaba, y que no vuelva, gracias a ellos, a Torra, Colau, Puigdemont, cede-erres, y un largo etcétera que todos ustedes conocen. Pero el señor Sánchez saca pecho. Ya no recuerda el presidente que el Congreso Mundial de Móviles estuvo a punto, muy en serio, de abandonar Barcelona y llegó a tener elegida otra alternativa. Al final la garantía del Rey, ese al que no quieren recibir, del que queman su foto, fue lo que permitió  que la feria de la tecnología móvil más importante del mundo se haya inaugurado de nuevo en Barcelona. El señor Torra y la señora Colau no son dignos de su cargo.

Hay miedo en Cataluña. Y no solo a la violencia física. Hay miedo a la violencia constante, metódica, programada, dirigida, amenazante, que se palpa en el día a día, en las gestiones ante la administración, en la educación, en el trabajo, en la familia, en el ocio y la cultura. Todo está rodeado del temor a que te fichen y seas violentado en tu vida pública y privada. Así se vive en Cataluña. Se llama odio. Y el pueblo empieza a cansarse de los matones que impiden la normal convivencia y la diaria vivencia. Hartos de gentuza y de matones. También de quienes deberían proteger su vivencia y que están obligados a cumplir la ley, pero más a hacerla cumplir y miran para otro lado; incluso lo fomentan. Y cuando el que anda por la calle se empieza a cansar de los que violentan la calle y su casa ¡ojo!, que pronto se acaban las chulerías de estos valientes de barrio.

Para valiente, Inés Arrimada. Muy valiente. Da la cara mientras otros esconden el gesto y negocian entregar un trozo de España. En política son muy importantes los gestos cuando estos son auténticos. Inés Arrimadas lo hace; como hoy en Waterloo. Ha dado una lección a Puigdemont y a alguno más: «Nosotros le decimos que se entregue a la justicia, no venimos con intermediarios a negociar los Presupuestos Generales del Estado como ha hecho el Gobierno de España».

Le ha costado que la insulten con odio, con mucho odio, un tal Toni Albá, y esperamos sea la fiscalía la que actué contra ese personaje. La propia Arrimadas ha respondido con valentía: “El odio del nacionalismo no tiene límites. Este colaborador estrella de TV3, que se lleva un pastizal pagado por todos los catalanes, vuelve a atacarme por mis ideas, esta vez con un insulto machista y repugnante”.

Es una pena que Inés Arrimadas deje Cataluña, el Parlamento de Cataluña, donde su lucha es la de todos los españoles. Allí, al margen de partidismos, es donde tiene que seguir con su gran trabajo ya que es el más firme valor que hoy tiene España para hacer frente a los independentistas.

Este es el panorama. Muy grave. Gravísimo.

En nuestras manos está el futuro. Torra y Colau, con las espaldas apoyadas en los cede-erres, son la ruina. Necesitamos convivencia, progreso, trabajo y futuro.

Ustedes deciden. Yo me siento muy identificado con el policía que dio una sencilla lección de sentido común: “La república no existe, idiota”. Es decir, déjate de películas y haz algo por ti y por los demás.

Sí, así es, idiota.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

25 febrero 2019

Blog: generaldavila.com

¡AH! ¿TORRA? ¿CUÁNTAS DIVISIONES TIENE TORRA? (Rafael Dávila Álvarez. General de División -R.-)

1 de octubre de 2018

En esta jornada independentista el Gobierno de España cede terreno ante el ataque de las fuerzas que a su manera y modo han declarado la República Catalana declarándose enemigos de la Ley que rige la convivencia en España. Una revolución o guerra con todos los pronunciamientos.

Desde el 1 de octubre del pasado año han alcanzando casi todos sus objetivos mientras las fuerzas constitucionales entregan sus posiciones sin oponer resistencia. Para los independentistas, que son los que han atacado y roto las hostilidades, su enemigo es todo aquel que habla español, que se dice español, que siente a España y a Cataluña como identidad.

Hace un año decíamos que solo había una solución: un Pacto de Estado que condene para siempre cualquier intento secesionista, pasar de las palabras a los hechos. Ya no valen los acuerdos de cara a la galería entre los grandes partidos parlamentarios. Es necesario un pacto de Estado sin intereses, sin letra pequeña, sin mentir al pueblo soberano. Si se rompe la Nación, ese mismo día se gestará la resistencia. Adiós seguridad. En todos los órdenes. Dolor, temor y ruina.

A lo largo de este año la situación ha evolucionado de modo que casi todos los españoles, que son muchos, dudan del presidente del Gobierno actual. Solo hay que recordar que lo es gracias a los independentistas.

Las revoluciones las ganan las armas o el dinero. Aquí las armas (por ahora) ni están ni se las espera. ¿Dónde está el dinero? Sería sorprendente descubrir que la revolución, esta guerra, se esté pagando con el dinero de España, de todos los españoles. Un secreto a voces y publicado en el BOE. Para prueba el Gobierno de España les acaba de regalar unos millones de euros, 1500, para que sigan los combates. De esos milloncejos cerca de la mitad son para subir los sueldos de los mozos de escuadra, mientras las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, y los soldados de los Ejércitos de España, asisten atónitos al espectáculo.

Sabemos quien es Puigdemont, el derrotado de Waterloo, el tonto útil, pero no sabemos en toda su dimensión quien es Torra. Cuando parte de su currículo, de su pensamiento, palabra y obra, ha sido desvelado su reacción ha sido desafiante: la amenaza como estilo.

Permítanme que con pocas palabras diga como se dialoga con este personaje. Es lo único que entiende:

¡Ah! ¿Torra? ¿Cuantas Divisiones tiene Torra?

Mañana les daré el parte de guerra de este 1 de octubre.

Hoy nada más que hablar.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez 

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1 octubre 2108

 

 

 

 

 

COMENTARIO DEL DÍA: ESPAÑA, ESCOCIA y CATALUÑA POR ALFONSO DASTIS

El ministro de Exteriores contenta a Puigdemont

Al  ministro de Asuntos Exteriores, Fernando María Castiella le decían el Ministro del Asunto Exterior. En su cartera ministerial no existía otra cosa que no fuese Gibraltar. Mucho han cambiado las cosas, pero el ‹‹asunto›› Gibraltar sigue en su sitio, inamovible.

Las opiniones de un ministro de Exteriores siempre han tenido un gran valor y se han tomado como palabra de Estado siendo examinadas con lupa en todas las cancillerías del mundo. No se pueden permitir ciertas alegrías verbales y jamás echar leña al fuego en momentos de tensión. No se distingue si la leña la echa él o quien le manda.

El actual ministro de lo exterior se llama Alfonso Dastis y administra mal sus palabras. Ahora quiere rectificar y alegar malas interpretaciones. A un ministro de Exteriores no se le interpreta sino que se le oye y lee. Dice lo que dice o se calla, que en ocasiones es de mayor prudencia. Ha tenido la ocasión y el deber de hacer las dos cosas. Hablar alto y claro. Salir en defensa de la postura de España con Gibraltar ante las declaraciones de los mandamases británicos. Con rigor y firmeza. Callarse ante la posición del nuevo referéndum de Escocia y no ir de alumno aventajado de las rupturas y nacionalismos fuera de lugar. ‹‹España no vetaría de entrada la integración de Escocia en la UE››. ¿Lo dice usted o se lo han dicho para que lo diga?

Calladito debería estar cuando dice lo que dice no decir y se mete donde no sabe o no entiende.  Imprudencia es lo último que se espera de un ministro de Asuntos Exteriores.

Imprudente ministro de Exteriores señor Dastis

Imprudente ha sido también con la independencia en ciernes de Cataluña. Nos sorprendió, o no, cuando Alfonso Dastis, ministro de Exteriores, dijo que es legítimo y que forma parte de la libertad de expresión que el presidente de la Generalidad defienda en una conferencia en el Parlamento Europeo el proceso soberanista y la celebración de un referéndum sobre la independencia catalana. Ahora, erre que erre, dice que en ‹‹España no puede haber referéndum, pero claro… si se modificara la Constitución››. Todos encantados, ingleses, escoceses y catalanes. Es un genio de lo exterior e interior. Un irresponsable ministro

La alegría de Puigdemont

Tan contento está Puigdemont que se ha atrevido a lanzar ya las preguntas de ese referéndum que le ha dado a oler el señor ministro:

-¿Quiere que Cataluña sea un Estado independiente?

-¿Quiere que Cataluña sea una república independiente?

-¿Quiere que Cataluña siga formando parte de España?

Conteste señor ministro de Asuntos Exteriores.

Tres eran tres, las hijas de Elena; tres eran tres y ninguna era buena.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

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4 abril 2017

PUIGDEMONT VIAJA A EE.UU., TOITO TE LO CONSIENTO MENOS FALTARLE A MI MARE… General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Puigdemont

Piugdemont viaja a EE.UU

‹‹Toíto te lo consiento
menos faltarle a mi mare
que a una mare no se encuentra
y a ti te encontré en la calle››.

Debería dedicar este artículo, toíto él, al autor de esta glosa: Rafael de León. Generación del 27, pero de los grandes olvidos y olvidados; no sé si intencionado. Un gran poeta que sobrevivió con sus coplas. Un gran hombre que sobrevivió por su bondad. Un señor con un alma tan elegante que la sinrazón y la ordinariez nunca llegó a entenderle. No olviden, yo no lo hago, a Rafael de León. Muchos han ganado la fama cantando sus letras: Raphael, Nino Bravo o la mismísima Pantoja.

Hoy me quedo con su glosa a la soleá:

‹‹Y me enterao casuarmente
de que le faltaste ayé
y mí nadie me lo ha dicho,
nadie, pero yo lo sé››.

Rafael de León

Puigdemont, a usted se lo digo. Me han contado que ha estado por Estados Unidos, aunque esa palabra ‹‹unidos›› no la entienda muy bien, y, mira por dónde, ha hablado más de España que de lo suyo. Me han contado que en la Universidad de Harvard le han llenado esa salita del fondo a la derecha y que, a pesar de su escasa capacidad, los suyos, previo aviso, no han faltado. A mí todo esto ni me interesa ni me ocupa, pero se empeñan en contarme sus andanzas. Me he enterao casuarmente…

Mire Pugdemont, toito se lo consiento menos faltarle a mi mare.

Puigdemont viaja a EEUU

Y en este caso, como en tantos anteriormente, ha faltado gravemente a los que tenemos a España como madre a la que servimos y amamos más allá de lo que usted es capaz de comprender y amar. Ha querido hablar de ley en la nación de la ley, de solidaridad cuando no conoce su significado, y al final de su incomprensible perorata nos ha ofendido gravemente. Ha llegado a decir que la Constitución española es la única, junto a la de Turquía, que autoriza al Ejército  a actuar contra sus propios ciudadanos. Hartos de incumplimientos de ley, de ofensas a todos los españoles, de ofensas a la razón y a los sentimientos, de dejar por los suelos a la gran Nación española, ahora va y hace usted el ridículo en Estados Unidos. Su golpe contra el Estado español también allí lo han anotado; han descubierto sus mentiras y las que ocultan sus bolsillos. Que haga usted el ridículo es algo habitual, pero parece mentira que no tenga asesores que le indiquen los límites entre hablar y el desprestigio. Ha pretendido desprestigiar a España y se ha desprestigiado usted. Ha ridiculizado a la democracia y se le ha visto el plumero. Hasta aquí nada nuevo sobre usted y sus intenciones. El mismo traje ahora en Estados Unidos.

Pero al margen de lo ilegal de sus planteamientos, de sus mentiras y errores históricos, en este caso nos ha faltado gravemente. Nos ha faltado a los soldados. Gravemente.

Y me enterao casuarmente de que le faltaste ayé y mí nadie me lo ha dicho, nadie, pero yo lo sé.

Puigdemont, sí, el que habla de derechos humanos y de libertades. El que habla de ley desde el incumplimiento y la hipocresía, ha dicho, allí en la distancia de una pequeña sala de la Universidad de Harvard, al fondo a la derecha, que la Constitución española es la única, junto a la de Turquía, que autoriza al Ejército a actuar contra sus propios ciudadanos.

Si lo que quería es ofender desde luego que lo ha conseguido. Si lo que pretendía es asumir su desprestigio internacional también.

Así que hoy y a raíz de su ofensa le dedico esta glosa de Rafael de León. Con todas mis fuerzas y seguro que en nombre de muchos soldados.

Piugdemont viaja a EE.UU sin éxito

Esos que se baten el cobre por todos, usted incluido. Esos que respetan y aman la ley, que la cumplen para que usted pueda incluso ofenderles. Los que a usted le forman y rinden honores a pesar de los pesares porque la Patria, España, es generosa y noble e incluso asume con dolor las ofensas de sus hijos. Su ofensa es a España y a sus soldados. ‹‹Actuar contra sus propios ciudadanos›› son palabras que le condenan aquí y en Estados Unidos. Si quería desprestigiar el nombre de España allí donde desde sus primeros amaneceres estuvo España, se ha equivocado gravemente. Y me alegro. Está usted desprestigiado.

Sus palabras han sido sarcásticas y dolorosas; una tragedia, por cierto, consentida. Si usted perteneciese a alguna de las naciones, que nombra y que no nombra, seguro que no podría haber dicho semejantes barbaridades. Mucho le cuesta aprender el sentido de la democracia señor Puigdemont.

La democracia y el Ejército

La democracia, como el Ejército al que usted ofende, es un sistema donde la cortesía, el buen trato, la verdad, la firmeza, la lealtad, el honor, la bizarría, el crédito, la opinión, la constancia, la paciencia, la humildad y la obediencia, fama, honor y vida son caudal de pobres soldados.

Usted ha ofendido a la democracia, a España y a sus soldados. Y no se lo consentimos.

‹‹Menos faltarle a mi mare
to te lo consiento, serrana
menos faltarle a mi mare
que a una mare no se encuentra
y a ti te encontré en la calle.
¡Vete, vete! si no te tié cuenta.

Conque a ver si tu consiensia
se aprende esta copla mía
mu semejante a aquer cante
que escuchamos aquer día
sin sabé quién lo cantaba
ni de qué rincón salía:

Desde la cuna…
a mi mare de mi alma
la quiero desde la cuna,
¡por Dios! no me la avasalles
que mare no hay más que una
y a ti te encontré en la calle››.

Mi madre España: «Servir hasta morir»

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

30 marzo 2017

EL COMENTARIO DEL DÍA. CATALUÑA Y UN IRRESPONSABLE MINISTRO General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

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El ministro de Exteriores del Reino de España con el Presidente de la Generalidad

Puede ser que no lo haya meditado y de ahí la irresponsabilidad. Es Alfonso Dastis, ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación del Reino de España. Ayer en Barcelona nos dijo a todos los españoles que es legítimo y que forma parte de la libertad de expresión que el presidente de la Generalidad, Carlos Puigdemont, defienda en una conferencia en el Parlamento Europeo el proceso soberanista y la celebración de un referéndum sobre la independencia catalana. Sin duda que aquí cada uno es muy libre de decir y opinar lo que le venga en gana. Pero algunos se deben a su cargo que implica responsabilidad, respeto a los españoles y sobre todo respeto a la Ley. Simplemente cumplir lo que juran o prometen: ‹‹Juro (o prometo) cumplir fielmente las obligaciones del cargo de ministro del Gobierno con lealtad al Rey y guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado así como mantener el secreto de las deliberaciones del Consejo de Ministros››.

Guardar y hacer guardar la Constitución. Lo suyo, como mínimo, señor ministro, es imprudente. Dejémoslo ahí. Rectifique o que le rectifiquen. Usted no puede decir y hacer lo que le venga en gana. Usted se debe a su cargo y a lo que representa para España. Por eso denunciamos su actitud, incluso más que sus palabras. Porque lo dicho responde a una actitud de consentimiento que nos parece además de irresponsable, peligrosa. ¿Es esa la nueva actitud dialogante del Gobierno?

El tema reviste cierta gravedad y si uno empieza a darle vueltas a la cabeza y a observar los últimos acontecimientos le surge una duda aún más grave. Puede que usted, señor ministro de asuntos Exteriores y Cooperación del Reino de España, nos la resuelva:

¿Lo que usted ha dicho lo dice usted o habla en nombre de otro(s)?

Porque legitimar, le recuerdo, significa justificar la verdad de algo conforme a las leyes. Y defender el proceso soberanista y la celebración de un referéndum sobre la independencia catalana por el presidente de la Generalidad no es legítimo.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez