«NO SE HA MARCHADO QUE LE HEMOS ECHAO» Rafael Dávila Álvarez

Ahora se llama trending topic a lo que es tema de moda o marca tendencia.

La tendencia en España está a la vista de quien quiera verla. El último en enterarse: el protagonista; ya se sabe.

«No se ha marchado, que lo hemos echao», decían los de Pacto, los que querían entrar en el Palacio fantasmagórico —de ser Real a Nacional—, de la historia al comic, que no es lo mismo; y, para colmo, sin rendir cuentas a los reyes Godos que se alineaban en sus puertas.

Aquella era una República que dejó a España sin republicanos, si es que alguna vez los hubo. Le llamaban república del pueblo y, claro está, en un pueblo lo máximo es el alcalde y el cabo de la Guardia Civil (quedan pocos de esos pueblos). Hasta incluso el bueno de Pedro Rico, que iba a ser alcalde de Madrid, de España según el dictamen de las municipales, había saludado en las Ventas como si de un matador se tratase. Había ganado en el burladero donde era aplaudido mientras arrastraban el manso.

Eran municipales y las convirtieron en alfonsinas, borbónicas, callejeras, verbeneras, virulentas, tanto que de barrio en barrio iba la fiesta sin saber quién era el festejado.

«El rey debe abandonar la ciudad al ponerse el sol». Claro que aquello no era por los votos, sino un pacto, la república del estoy hasta los mismísimos.

Ahora hay más votos y más hartura, menos pactos, más realidad vivida o sufrida, sobre todo hartura de la demasía de faltones. Más que hasta los mismísimos.

Pues nada que Tezanos e Iván, mire usted, ni una a derechas, claro. En la interpretación de hoy, 6 de mayo, centran su análisis en el que han «echao», sin caer en la cuenta que para ellos: «yo, que dejé con el gobierno los deseos de ser más gobernador, no dejé la gana de ser conde, que jamás tendrá efecto si vuesa merced deja de ser rey, dejando el ejercicio de su caballería, y así vienen a volverse en humo mis esperanzas». Cuidado que volverá. Humo sus esperanzas. Sabemos que se va; nada sabemos de lo que se lleva. El condado está en sus entrañas y volverá a por el título.

Claro que: donde las dan las toman. Eso pasa en los madriles que viene a ser España en castizo.

—Señor mío, alce vuestra merced la cabeza y alégrese, si puede, y dé gracias al cielo que, ya que le derribó en la tierra, no salió con alguna costilla quebrada; y pues sabe que donde las dan las toman.

¡Con Dios!

Entonces Azaña que fue uno de los que se hizo un lío, que ya lo era, va y dice aquello de la «República de taifas» y de querer cambiarlo todo se queda en Benicarló a contar su velada; sin que nadie le escuche. Puede que no se enterase de que con el que habían «echao», el XIII de los Alfonso, se iba también él.

Esto ha durado en demasía. Claro que nos hemos hartado y, en tromba, Madrid se ha convertido en España.

Hartos de la libertad al dictado, de la ruina, del todo dirigido, del hable usted así y no asao, de vea usted esto y no lo otro; lea, lee lei, leo, leu; a, e, i , o, u borriquito como tú. Del casuplón, de Vallekas es mi casa, de criados por aquí, vasallos por allá; ¡Que no! Que esto es Madrid, y de España el sentir.

El pueblo de Madrid, en representación de España y en estos momentos en que la Patria está en peligro, españoles acudid a salvarla…

En castizo, como alguien ya dijo: «Hasta los cojones de todos nosotros», así que «no se ha marchado, que le hemos echao». Donde las dan.

El de la Moncloa, y sus dos patas, Iván y Tezanos, bien harán en darse por enterados. No: no se ha enterado de que en el bolsillo del dimitidor va él hundido hasta el forro.

El de Génova también ha de enterrase por el bien de todos. .

En Madrid al frío le llaman fresco, pero no verás a un madrileño desabrigado o desprevenido.

Donde las dan las toman…

¡Aymé! ¡Estos de la caverna y la taberna!

¿Qué dónde reside el secreto de la victoria? Se lo diré.

Alejandro Magno va a ver a Diógenes de Sinope:

—«Pídeme lo que tú quieras. Puedo darte cualquier cosa que desees…».

Contesta Diógenes

—«Por supuesto. No seré yo quien te impida demostrar tu afecto hacia mí. Querría pedirte que te apartes del sol. Que sus rayos me toquen es, ahora mismo, mi más grande deseo. No tengo ninguna otra necesidad…».

No empujen, retírense un poquito y déjennos en paz.

Por último: no se fíen del que dice que se va. A saber lo que se lleva.

Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

6 mayo 2021

 

 

 

 

 

¡MIERDALEÑOS!: ¡A VOTAR! Rafael Dávila Álvarez

Mierdaleños. Conocen el término. No sé nada del inventor, que seguro era un famoso escritor (de twiter). La primera vez pude oírlo en la orilla del mar de una playa del sur. Las playas del sur no pertenecen a nadie salvo al viento, pero a Zapatero/Sánchez parece que ya, menos mal, dejan de hacerles caso por lo que la costa vuelve a recuperar la esperanza de poder abrir y cerrar a las horas adecuadas para que los negocios y la vida se prolonguen hasta fin de mes sin tener que recurrir al llanto y crujir de dientes, que es el paño de lágrimas que ofrece la economía de guerra de la izquierda, la que aprovecha cualquier virus para la imposición definitiva del lamento. Los pueblos, ya se sabe, a pasar hambre. Su nombre es Estado de Alarma y deriva en estado de ansiedad.

¡Ya están aquí los mierdaleños! «¡Haremos el agosto!»; eso se le olvidó al inventor. Mierdaleños, franceses o ingleses, ¡qué más da! Ponte unas cañas y tráenos una paella para olvidar el cocido mierdaleño  o los callos a lo mismo.

Nunca me había dado cuenta que yo era de Madrid, mierdaleño, hasta que se empeñaron en insistir en las diferencias. La diferencia estaba en la «singularidad» cuando creía que lo revolucionario era la pluralidad de ideas y de cosas terminadas en s como españoles, mejor que mierdaleño o el singular origen. De repente dejamos de ser españoles y aparecimos con inventados gentilicios, muchas veces incomprensibles y difíciles de situar. Por lo menos diecinueve; o más.

Ahora todos pendientes de los mierdaleños. ¡A ver que votan! Porque claro, ahí está la clave y el horizonte de acontecimientos.

La izquierda roja, la del «No pasarán» internacionalizó Madrid; de Brigadas y otras nacionalidades, y Madrid siguió como si no fuese con ellos porque tenía que atender a todos sin preguntar: ¿de dónde es usted? Aquí no se es de ningún sitio y hay de todo y de todos los sitios. Si se fija un poco verá hasta extraterrestres con cara y andares de normal.

Aquello que pasó en el plioceno los rojos no lo perdonan y enrojecen —más— al ver que una señora de nombre Isabel —como aquella primera reina— castiza y de primera fila, se empeña en hacer las cosas para todo el que llega a su casa que es Madrid, e insiste, mal que les cueste, en dejar hacer a los mierdaleños, y a los que no lo son, los internacionales, lo mejor que sepan y puedan, cosas así como montar empresas, crear puestos de trabajo, hacer hospitales, guarderías, carreteras y soltar palomas-palomos en plan libertad, además sin ira y con la gracia de la verbena.

Cada vez se ven menos rojos por las calles de Madrid, o al menos ya no te preguntan, solo en el 8M, y los mierdaleños seguimos sin mirar el origen, porque aquí no importa donde ni como uno nace sino como procede; y si eres honrado, pobre y desnudo puede que tengas mejor cualidad que el más galán y lucido. Vamos que da igual de aquí o de allá, que seas rojo o azul, amarillo o verde, el caso es que vivas y dejes vivir, y cuando hay que echar una mano, pues se echa; nunca al cuello.

Somos muchos, todos queremos hacer lo mismo, ganar lo mismo, tener lo mismo, pero nos empeñamos en ser distintos y poner barreras hasta en la habitación donde nacimos.

Puede que sea Madrid el comienzo y el lugar que abra la puerta de la libertad. Va siendo hora.

A ver qué votan los mierdaleños.

Que vuelvan pronto a las playas del norte y del sur, de levante y poniente; sobre todo que no pierdan la brújula que siempre señala la dirección de la libertad.

Rafael Dávila Álvarez

8 abril 2021

Blog: generaldavila.com

 

 

VACUNA EN HOSPITAL ENFERMERA ISABEL ZENDAL. Rafael Dávila Álvarez

Llamada para vacunarme. Allá voy. Merece la pena contarlo y compartirlo. Sientes una sensación de alivio y a la vez preocupación. Por fin. Se han acordado de mí, estaba en la lista, ¿habrá mucha cola?, ¿qué vacuna me pondrán?, llamas, preguntas, consultas en la red. Inquietud en definitiva, y una ventana que se abre para respirar aire puro. Un paso más. Hasta aquí he llegado. Resistiré.

Una de las mayores indecencias cometidas en este periodo que llevamos, un año de lucha, es convertirla en política y no dejarlo en sanitaria. La crítica hacia la mala gestión, cuando es evidente y se argumenta, no es política, sino una forma de mejorar. Cierto es que cada uno cuenta la feria como le ha ido. Incluso hay veces que te va mal, pero solo tú eres culpable. No es el caso. No echemos la culpa a los de las fiestas y a los que no cumplen, que también, sino señalemos (para siempre) a los que iniciaron esto como si de una puesta en escena se tratara mientras los muertos caían como segados por una endiablada ametralladora día y noche municionada.

Que mascarilla sí, mascarilla no, aquel 8M, desentenderse de la pandemia y no mandar, la maravilla y la orquesta de simón &… han escenificado un panorama televisivo que pasará a la historia de las tragedias, pero en serio. El zenit del despropósito ha sido la administración de las vacunas. Que cada uno analice y asuma aquí o allá su responsabilidad.

Como todo es un despropósito ya no te crees que haya llegado el momento de vacunarte. Llega.

La casualidad hizo que empezaran a caer las primeras gotas de la tormenta en el momento de colocarme en la cola de la vacunación en el Hospital de Madrid enfermera Isabel Zendal. Arreciaba el agua y el viento. Torrencial. Todos éramos mayores, en mejores o regulares condiciones y con la suficiente edad para no crecer ya más, aunque nos regasen tanto. Hubo un momento de preocupación. La cola aceleró, aguantamos y superamos el difícil momento más o menos empapados.

Hubo, orden, respeto, educación y eficacia. Nadie hizo aspavientos y sin estridencias, en el silencio de los que ya llevamos demasiados gritos encima, pasó aquel momento y nos vimos dentro del edificio hospitalario. Impecable, limpio, acogedor; piensas en las tragedias que allí se han vivido. Lágrimas, muecas y esperanzas. ¿Cómo se puede criticar un centro médico como el Zendal que es un ejemplo, que debería existir en todas las ciudades de millones de habitantes, dónde en cualquier momento la tragedia se convierte en colectiva? ¿Cómo puede haber un personaje que diga que su primera medida política sería derribar este hospital? Silencio y eficacia. Alguno debería respetar y hablar menos o mejor.

La cola daba la vuelta entera al interior del edificio. Pensé que aquello nos llevaría toda la tarde. La actividad era frenética. Nadie decía una palabra de más, tampoco de menos, ni se veían paseos de recreo; cada uno a lo suyo, gran actividad y ninguna mirada perdida. Se escuchaban las normas, se repetían, se acariciaba a algunos que lo necesitaban, a todos se sonreía, mucho silencio en las largas colas; sabiendo que no era nada, era cada vez mayor la intranquilidad mientras se acercaba el momento: ¡ya me toca!

Repito mi asombro: ni una palabra de más, nunca una de menos. Como debe ser. Profesionales que llevan días, horas agotadoras, sonrientes y seguramente cansados de lo que debe ser una rutina desde que inician la jornada hasta el final. También saben que cada uno que se sienta en el sillón para vacunarse es nuevo, es su primera dosis, su esperanza, su incertidumbre, y que hay que decirle algo. Te lo dicen.

Termina. Ya estás vacunado. Algo especial recorre tu interior; que no siendo nada lo es todo.

Al salir he respirado hondo, quizá por allí han merodeado muchos virus, de todo tipo, en castizo: mucha mala uva.

¿Cuántas vidas se han salvado gracias a esta obra? No lo sé. Miro de lejos al hospital y recuerdo al doctor Balmis y a su enfermera Isabel Zendal a los que seguramente tildaron de locos en aquella su aventura. Es la de la vida, que a unos les gusta y a otros disgusta. Parece que no todos están con la vida.

Yo hoy me quedo con ella.

Gracias a Madrid y sobre todo a todos los que lo habéis logrado. Brille la esperanza como esa que he visto en los ojos de las personas que en una larga cola pasada por agua daban ejemplo de lo que hay que hacer y cómo hacerlo, aunque la adversidad de una tormenta quiera ponerle obstáculos.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

4 abril 2021

Mándennos sus testimonios. Ayudarán a otros. Gracias

 

 

PABLO IGLESIAS Y EL GESTO DEL MARQUÉS DE LAS SIETE IGLESIAS Rafael Dávila Álvarez

Francisco Rizi. Auto de fe en la Plaza Mayor de Madrid. 1683. Museo del Prado

No es necesario recordar la importancia de un gesto en el momento indicado. España gestual, lugar donde lo perdido se puede ganar, o todo lo contrario, con un simple gesto.

No sé por qué he recordado aquello de «tener más orgullo que don Rodrigo en la horca». Seguimos sometidos a lo teatral en la plaza pública, autos de fe en los que algo se quemaba por motivos ideológicos. De manera solemne y pública. «Sí se puede» saltarse la norma y la forma.

Don Rodrigo Calderón, marqués de las Siete Iglesias (ahora caigo y espero que me acompañen en la caída), empezó como paje en casa del duque de Lerma y acabó como hombre poderoso de Felipe III. Se forró en el cargo, amasando riquezas y enemigos. Fue condenado al cadalso por sus trapicheos de todo tipo y de él se dijo que «Viviendo pareció digno de muerte, / muriendo pareció digno de vida». Vamos, uno más de la larga lista de los que han vivido del cuento del gesto y con él les ha llegado el final. El marqués de las Siete Iglesias pasó de político corrupto a héroe popular cuando se negó a entrar a la plaza Mayor camino del cadalso por la calle de la Amargura porque su orgullo no le permitía ser cualquiera. Cuando abrazó y besó al verdugo fue aclamado por las masas enfervorizadas que veían el espectáculo. Lo popular, como el gesto, es de rápido efecto y más rápido olvido.

La política en España se parece cada vez más al Oeste americano. Se trata de ser el más rápido y certero y batirse en duelo cuando llegan al estrecho callejón por donde solo cabe uno: ¡No pasarán! es algo que no olvidan. Pasaron y ni perdonan ni admiten. Madrid es mucho Madrid para el comunismo, Caracas y la Habana juntos, pero Ayuso es un bastión nada fácil y como ella misma dice «España me debe una: hemos sacado a Pablo Iglesias de la Moncloa». ¡Ojo! La guerra acaba de empezar. Sus armas son tan sucias como desconocidas y un personaje obligado a dar este paso (puede que no me equivoque y que ciertas circunstancias le hayan obligado) es un peligroso contrincante que pasa de siete iglesias a una, capaz de rezar en todas sin creer en ninguna.

Es el momento de la unidad, no de ser el más rápido, sino el más creíble, el más honrado y el más equipado. Durante la pandemia Madrid ha sido un milagro en manos de una eficaz presidenta —hay que decirlo— ayudada por un magnífico equipo político y de gestión. Eso duele a alguno, que viene con la guadaña a segar la hierba fresca que ya crece en la Comunidad de Madrid.

Camino de la sierra volaba de mañana una golondrina recién llegada a Madrid. Siete Picos, Montón de Trigo, Peña del Oso, la Maliciosa, la Bola del Mundo, la Barranca, el Valle de Cuelgamuros y el Puerto y el Embalse de Navacerrada, su primer recorrido hasta  el cerro de la Golondrina donde  inauguraba un nuevo amanecer para Madrid. Era la tierra y la poesía de Luis Rosales («sentí en tu mano un desfile de golondrinas que vuelven»). Un trueno se oye por la sierra, el nublado con piedra amenaza Madrid y rompe el verso de esperanza.

No quiere ganar las elecciones. Sabe que es imposible. ¿Ha sido respuesta a la petición?, ¿y entrega en bandeja de plata?

No es para estar preocupado; sí lo es para atender a los movimientos inmediatos. Los peones de brega ya han ocupado sus lugares y esto solo es el paseíllo. No den la plaza por ganada. Va a ser una dura pelea.

Seguro que el comunista no conoce, ni quiere conocer el poema del cubano Jesús Orta Ruiz, el Indio Naborí, Placa en la puerta del partido y que le ofrezco entero para que no se corte ni recorte.

¿A qué viene el señor Iglesias? No vale un gesto; Madrid exige esto. ¡Anda valiente y atrévete con ello!:

Si no vienes a dar,

a dar el tiempo, el corazón, la vida

no desesperes por entrar

que en la entrada comienza tu salida.

 

Si vienes a buscar

el privilegio, la ocasión mullida,

no desesperes por estar

donde la flor más bella es una herida.

 

Este lugar es un lugar propicio

para el amor al sacrificio.

Aquí tienes que ser

el último en comer

el último en dormir

el último en tener

y el primero en morir.

Entrará en Madrid y saldrá de Madrid por donde entró: la calle de la Amargura.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

16 marzo 2021

 

 

LA BATALLA DE MADRID, LA DE LA LIBERTAD (Ayuso al mando) Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

El que no ha percibido el olor a pólvora y no ha escuchado el silencio de los cañones de la traición no podrá entender lo que está sucediendo en España. La marea roja pretende viciar el sistema y hacerse cargo del pensamiento: poseer (entendido como dominio o sometimiento a su voluntad). A usted, a mí, a todos. Es una guerra y la batalla de Madrid es la clave estratégica. Inicialmente la perdieron y desde entonces los cónclaves para el cerco no cesan. La guerra es el reino del engaño y ahora se descubre al alevoso y su emboscada.

Decía Sir Arthur Wellesley, duque de Wellington, que toda su vida había discurrido intentando adivinar lo que había del otro lado de la colina. Guerra y política es lo mismo. Al otro lado siempre está el engaño y la apariencia. Adivinarlo es la diferencia entre victoria o derrota.

Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, general jefe del Ejército del Centro, ha jugado su baza estratégica y lanza su ataque por la derecha. Al que no le guste que espabile y aprenda, porque alguno ha sido, también, atacado sin haberse enterado. Las alas de los ejércitos, sus flancos, deben ser protegidos y conviene evitar el ataque frontal. Recurrir a la maniobra es un arte no al alcance de cualquier general.

Ciudadanos ha pactado en secreto, a traición, con alevosía y despropósito, y lo ha hecho en la huerta de Sora mientras fuera estaban en Babia.

Quizá sea este el momento más importante de la democracia en España: la batalla por la libertad. Las piezas van encajando y Madrid marcará el camino y el lugar que nos espera.  Si ustedes piensan que el Gobierno actual de España es libertad: ¡adelante! Si piensan que no: ¡enhorabuena! La presidenta de la Comunidad de Madrid se ha apercibido del reto y se ha puesto el uniforme de combate dispuesta a dar la batalla de la libertad.

Es la hora de medir las fuerzas y que comience el combate de los grandes ejércitos y se retiren los aficionados. Es necesario apuntarse a este Ejército dispuestos a dar la batalla y, cada uno desde su puesto, cumplir con el deber hacia nuestras convicciones, historia y tradiciones, atacadas y violentadas aprovechando el letal sueño de la pandemia. No debemos conformarnos con ser meros testigos presenciales de los acontecimientos, sino ser actores de la batalla y empuñar nuestras armas. Hay que alistarse y sentir de cerca el fragor de las armas y distinguir el origen de los fuegos.

Me vienen a la memoria dos párrafos de la Anábasis que someto a su consideración:

«Sin jefes no se puede fraguar nada bueno ni útil en ningún terreno, y desde luego que menos que en ningún sitio en la guerra».

Creo que este Ejército está muy bien mandado y antes de que llegue el momento de lamentarse «Dejen de pensar únicamente en lo que les puede pasar y piensen en lo que pueden hacer».

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

11 marzo 2021

Blog: generaldavila.com

ARDE CATALUÑA Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Torra inhabilitado.

Podemos imputado.

Alguien es un delincuente y otros van camino.

Se nota, se siente y hasta se puede.

Tengo varios amigos contagiados. La COVID-19. Se han pagado de su bolsillo la PCR ya que son asintomáticos. Los más peligrosos. A urgencias no van a ir teniendo síntomas mínimos. Te mandan para casa y que en 14 días no te muevas.

—Usted a casa y ya le llamaremos.

Han llamado a Sanidad, ese teléfono que han puesto de guardia. ¿Lo cogerá Simón o Illa?

—Quédese en casa. Si se encuentra bien no hace falta que tome nada. Sí, un paracetamol si le duele algo.

—¿Pero tengo el virus?

Uno de ellos convive infectado con su mujer y los niños. Todos contagiados menos los chavales. Catorce días esperando una llamada o a un rastreador; con la merienda preparada. Nadie.¡

—Mi amigo ha hecho de rastreador avisando a todos sus últimos contactos.

—Le preguntan. ¿Y yo qué hago?

—Tú sabrás.

Después de 14 días.

—¿El alta?

Llamada, —otra vez a Sanidad (?) después de 14 días— y le han dicho que se vayan a la calle y que pase a por un volante de alta. ¿Pruebas? No hacen falta.

—¿Me vuelvo a pagar la PCR?

—Haga lo que quiera, pero no es necesario.

La burocracia domina la situación y el virus está encantado saltándose todos los controles, con lo que alguien hace caja y otros atacan las libertades.

Todo se basa en la policía y la amenaza.

—¡Que le multo!

¿Cuántos asintomáticos no dicen nada? ¿Cuántos no saben nada? ¿Cuántos se pierden entre la burocracia? ¿Cuántos pierden su puesto de trabajo y su dinero?

Esto ocurre en Madrid, en La Coruña y en provincias. Hasta en Moncloa.

—Sí, pero nosotros a lo nuestro. Lo que nos interesa es Madrid. Cataluña no la toquéis; ni Navarra; ¿Cómo anda Galicia? Vendría bien darle un palo.

—¿Habéis amenazado lo suficiente en Madrid? Hay que buscar un titular. ¿Qué os parece: No pasarán?

—¿« Ils ne passeront pas ! »?

—No hombre; me refiero al de la Pasionaria. ¡Ah! ¿Qué eso es lo que va diciendo la Ayuso? Preparad otra reunión. Esta vez en serio, no vaya a ser que se nos adelante con las elecciones.

—Presidente ¡La moción!

—No nos moverán. Eso es cosa entre las derechas. Conmigo no va. Entre ellos van a quedar como eso de la aurora.

—¿Sabéis quien sustituirá a Torra? ¿Elecciones? ¡Uf! Nos pilla mal con Iceta. Tratadme bien a los catalanes. Prometedles todo; y todo es todo.

—Oye Iván, llama a Lesmes y dile que si lo de Podemos va en serio. ¡Pues llama a Lola y que se imponga! Es que aquí todo lo tengo que hacer yo.

—No olvidéis la Zarzuela. ¿Todo tranquilo? Mejor así. Se acerca el 3 de octubre y nos van a restregar el discursito de nuevo. A ver si encontráis algo para amortizarlo. ¿De Abu Dabi no sabéis nada? Se nos va a escapar esa pieza. La gente ya lo ha olvidado. Ma da miedo el silencio de los desiertos.

—¿Podríamos dar la sorpresa con el indulto? Sería un buen golpe.

¿O qué os parece si damos una vuelta de tuerca más a la Ley de Memoria Democrática?

Hablad con Tezanos. Puede que tenga alguna encuesta en la nevera; y si no se la inventa.

—¿Los medios están avisados: 1, 2, 3, 4, 5, 6?

Hay que rebajar el nivel de acusaciones al vice y apretar con Madrid.

—De camino que espabile Gabilondo o le jubilo.

—¡El indulto! ¡El indulto! Daos prisa o Cataluña arde.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

29 septiembre 2020

FIRST WE TAKE MANHATTAN Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

¿Tú qué te has creído? Para rojo el mío

Valor 1. Centenario de la Legión española. La ministra de Defensa dice pertenecer a la familia legionaria. Lo cual la emparenta con Millán-Astray  y con Franco. Mira por donde ha encontrado su vena legionaria y hasta franquista. En una familia hay de todo. Quizá por eso el presidente del Gobierno ni mu (no onomatopéyico) de felicitación. Hombre poco le hubiese costado decir eso de ¡Feliz Aniversario! ya que no había que soplar las velas. Pues mu (onomatopéyico en este caso).

Valor 2. Aprovechan y el judicial se va a Roma con el rey Balta, el cazador cazado, en el aeropuerto, haciéndose el tonto, algo imposible, llegó al límite, ya fue expulsado del poder (de poder por ser) judicial por prevaricación y ahora ya es difícil esconderse. Que la fiscala es general y del Estado eso nadie lo duda. Cinco estrellas, pero mau.

A continuación va Navajas y la lía más. Navajas, fiscal que significa averiguar o delatar operaciones ajenas. ¡Anda, claro! Afiladas albaceteñas por errores en el dictado, y mira que le dijeron que libertad se escribe con b y navajas con v, y no al revés. Con v lo escribían los comunistas cuando la pedían para Carrillo detenido en Madrid y quería acercarse a Paracuellos donde tenía un primo. ¡Livertad! ¡Livertad!, gritaban aquella navidad del 75. Como ahora: con v de victoria.

Valor 3. Torra pretende prohibir a los <<mierdaleños>> aterrizar por su Cataluña natal, y entonces queda por tierra, mar y aire, la indecisión de si a Valencia por el Mediterráneo o, después de Teruel, el Ebro. Es la guerra de siempre, la Norte-Sur que acabó por tragarse a Madrid.

Valor 4. Madrid es el paso siguiente. Duele Madrid. El presidente Sánchez, el Pretendiente, ahora pretende eso. Y se ha dado un paseo por Sol, ha cruzado su puerta y ha entrado a Gobernación, desde donde Azaña proclamaba <<la proclamación>> y donde tantas cosas. Parece que le ha gustado: ¡Hay que echar a Ayuso! Con elegancia. Desde allí anunciaba Azaña que <<no se ha ido; le hemos echao>>. Poco tardó en cruzar de Mayor a Arenal, a Oriente.

Después iremos a por el otro Palacio.

Cantaba Leonard Cohen: First we take ManhattanUn sutil matiz que diferencia al elegante agitador del burdo patán callejero.

Ayuso puede contar los días o se los contarán.

Valor 5. Hay una cosa que se llama Observatorio sociológico sobre la percepción ciudadana de las actividades, planes y programas del plan de cultura y conciencia de defensa. Traduzco el quehacer del interminable organismo: nada. Parece ser que de vez en cuando no solo pregunta, sino que interpreta. Esta es su labor: nada.

Pregunta en 2019:

—En relación a la imagen que transmiten las Fuerzas Armadas y los militares ¿qué aspectos considera negativos o mejoraría?

Interpreta:

<<La disciplina y la jerarquía, así como los distintos rangos o empleos se consideran como una falta de democracia. En el caso de la disciplina, se ve negativo que sea acrítica y que se convierta en obediencia ciega. Se critica también el corte de pelo, el uniforme de la Legión y en general los uniformes por ser demasiado militares>>.

Esto es cultura. En especial del que pregunta.

Así educamos en valores.

First we take Manhattan, then we take

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

22 septiembre 2020

 

 

LA BATALLA DE BRUNETE. Rafael Dávila Álvarez. Blog: generaldavila.com

Estos son meses de guerra. Puede que sean los calores del verano la abundancia de luz y las noches tan  cortas.

Julio siempre me trae a la memoria Annual. Vamos camino del centenario de aquello que se definió como “El Desastre”. Todas las guerras lo son .Vencedores y vencidos, da igual, todos pierden.

Hoy se ha quedado mi recuerdo en los campos de Brunete. Otro día les contaré que andaba yo buscando por allí.

No es difícil perderse por esos lugares cercanos a Madrid que tanto nos suenan, de pasada diría. Pero si dejas el asfalto y sales al campo abierto todo resulta más sencillo.

Quijorna, Brunete, Boadilla, Pozuelo, las Rozas…más al sur Villaverde, Leganés, Móstoles, Villaviciosa…

Me he detenido por aquellos lugares que tienen nombre de batalla, la de Brunete. Era un nombre desconocido hasta que llegó la guerra; he paseado por sus campos entre el trigo y la cebada, ya con el olor de la siega. Las pocas encinas que se ven no pasan de carrasca. Alguna perdiz ha hecho exhibición de sus perdigones ignorando mi pasar cansino. Muy cerca de mi cabeza ha volado una pareja de aguiluchos cenizos. Se ve Madrid alborotado a lo lejos y aquí, casi escondida, la rutina que podría ser la de hace cien años.fotos iphone 027

En 1937 el llamado Ejército rojo español se reorganiza con los criterios de los asesores militares rusos. Grandes unidades, mucha gente y escasos mandos profesionales. Hay que probar esa nueva máquina militar ya constituida en Ejército Popular; escasos de moral y sobrados de enfrentamientos, necesitan una gran victoria sobre el campo de batalla. Desde el punto de vista militar es urgente paralizar las operaciones del Ejército nacional en el Norte y  aliviar la presión sobre Madrid. Es el momento de demostrarse poseedores de un poder militar capaz de pasar a la ofensiva y dar el golpe definitivo al Ejército nacional en las mismas puertas de Madrid.

descargaAsí, sobre los mapas de guerra, aparece Brunete.

La idea de maniobra parece sencilla y realizable. Dos ataques concéntricos y simultáneos, uno, el principal, en dirección a Brunete y Móstoles para cortar la carretera de Extremadura, y otro secundario, en el sector de Villaverde-Usera, para interceptar las de Andalucía y Toledo. El mando de todas las fuerzas lo asume personalmente el nuevo ministro de Defensa Nacional Indalecio Prieto, asistido por el Coronel Vicente Rojo. El Ejército de Maniobra queda a las órdenes del general Miaja.

Ataques de diversión, secreto en la preparación y sorpresa. Todo un plan de Escuela de Estado Mayor al que sigue una desastrosa ejecución.

En la noche del 5 al 6 de julio, el Ejército de Maniobra logra infiltrarse entre las posiciones nacionales del sector comprendido entre Navalagamella y Villanueva del Pardillo ocupando al amanecer el pueblo de Brunete. El ataque se produce con seis Divisiones provistas de toda clase de elementos y con superioridad aérea, mientras que los nacionales sólo disponen en dicho sector de cuatro unidades tipo Batallón, seis piezas de artillería y trece cañones contracarro de pequeño calibre. A última hora, cuando se percatan de la ofensiva, se refuerzan las posiciones con un Tabor de Regulares y otro de Tiradores de Ifni. En Brunete sólo quedaban secciones sanitarias y la organización defensiva del sector se reducía a unos cuantos centros de resistencia ocupando los pueblos y alturas dominantes.milbru

Pero el ataque del ejército rojo se frustra después del éxito inicial. Sorprendidos del mismo, los jefes de las unidades atacantes dudan sobre la dirección ulterior de su avance. La inquietud se apodera de ellos cuando ven la enorme resistencia de las pequeñas guarniciones nacionales que han quedado cercadas a retaguardia. Confusión, indecisión, irresolución; en definitiva, nadie manda porque no se sabe mandar.

El mando nacional se aprovecha de la situación, se refuerza con la llegada de nuevas unidades y crea al sur de Brunete posiciones para taponar la brecha mientras recurre a las reservas que contrarresten la maniobra del enemigo. El ataque secundario del ejército rojo en Villaverde-Usera fracasa de un modo rotundo.

Spa-T26-July1937BruneteNorthernFrontEn un espacio de unos 13 Kilómetros de ancho por 12 de profundidad, entre el río Perales, al Oeste, y el Guadarrama, al este, más de 90.000 combatientes rojos llegan a enfrentarse durante cerca de tres semanas de encarnizada lucha, con unos 60.000 nacionales.

Llegó la contraofensiva nacional pero hubo tenaz resistencia. El día 20 de julio después de duros combates, se alcanzaba la línea del Guadarrama mientras los rojos intentaban contrarrestar la maniobra nacional, atacando sin resultado por Las Rozas y Robledo de Chavela. Todavía se luchó encarnizadamente por Brunete que resistió hasta el último momento.

Al final una sangría de vidas que no condujo a ningún resultado. Breve batalla la de Brunete pero terrible Batalla de Brunete con cerca de 40.000 bajas.

20100712Los campos de Brunete, aquellos de la guerra, están ahora sobrecogedoramente solitarios. Allí han quedado los de un bando y los del otro. En el fondo eran los mismos, en un bando y en el otro.

El siglo XX representa la época más sangrienta de la historia. El siglo XXI parece querer emularleprimera guerra mundial

De la historia se aprende con humildad y nunca debe servir para transmitir los recuerdos del odio. La memoria de las conmemoraciones no debe ser un repaso de reproches. Todos saben lo que se hizo mal… aunque se repite.

Sobrecogen los campos de Brunete cuando uno los recorre envuelto en la memoria del respetuoso silencio, sin leyes que obliguen a encender de nuevo viejos rencores.

800px-Obelisco_Dos_de_mayo_(Madrid)_03La tumba de los grandes hombres sigue siendo la tierra entera. De ellos nos habla no sólo una inscripción sobre sus lápidas; su nombre está grabado no en un monumento, sino, sin palabras, en el espíritu de cada hombre.

Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

4 agosto 2020

ESPAÑOLES SIN FRONTERAS. MIERDALEÑOS Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

No invento la palabra. Año reciente, verano, una playa cualquiera. Paseando por la orilla del mar oí el comentario a un grupo de lugareños:

-Se nota que han llegado los mierdaleños.

Rebosaban las terrazas, los chiringuitos hervían de cervezas, los restaurantes sin reservas, hoteles sin habitaciones, lo que siempre se ha llamado <<hacer el agosto>>. Mierdaleños había.

No me agradó el comentario, por injusto. Sentí tristeza y me vino a la memoria el de Estanislao Figueras: <<Estoy hasta los cojones de todos nosotros>>, que efectivamente era para coger un tren o el coche y no bajarse hasta llegar a Madrid. Incluso me vino a la memoria Antonete Gálvez el terror del Mediterráneo, que bombardeó Alicante, se enfrentó a escuadras extranjeras y quiso invadir el resto de España.

Los líderes políticos deben de tener cuidado con lo que dicen y cómo lo dicen. El presidente de la Junta de Galicia seguramente no quiso decir lo que dijo, y lo de las fronteras interiores y exteriores fue un descuido, pero estuvo feo. <<España necesita una norma de salud pública que permita prohibir la movilidad de determinados territorios en una situación de pandemia si el número de contagios sigue siendo alto>>. No cita a Madrid. No hace falta, se le entiende todo. No es el único. El de Murcia también salió por peteneras. Luego les llevan las cuentas y, claro, no les salen.  En política es difícil volverse atrás, decir que no dije lo que dije; la credibilidad perdida es difícil recuperarla. Se han equivocado y echado gasolina a un absurdo incendio que dice muy poco de su inteligencia política. Así no se construye España, sino que se divide, aleja, y la consecuencia es que ganen los separatismos. Ningún presidente autonómico es el ombligo de España. No es el daño de las autonomías, sino el de los autonómicos arraigados a horizontes estrechos que se cierran en un catetismo que destruye y a ningún lado conduce. Lo que hay que hacer es ayudarse, y más cuando la necesidad obliga. Nadie va a contagiar a nadie. Nos necesitamos ahora más que nunca.

Todo el que puede se va a descansar, gozar de esta España plural, atractiva, acogedora y ningún político está autorizado por la soberanía a la que representa a creerse algo más de lo que es. No cerrar puertas sino abrirlas, con ventanas y balcones. Es una necesidad. También un deber.

Aún recuerdo de mi infancia los carteles por las calles con el atractivo lema: La Coruña, ciudad en la que nadie es forastero.

España es muy bonita y diversa. Somos todos españoles, sin fronteras, y nos necesitamos los unos a los otros. Convendría no apuntalar las diferencias con divisorias, sino animar a visitarnos con más facilidades y frecuencia.

Ayer asistíamos a una estupidez más, viendo al cántabro señor Revilla, y al vasco señor Urkullu, escenificando un encuentro en la tercera fase.

Solo faltaría que tengamos que reclamar, como si de una ONG se tratara: <<Españoles sin fronteras>>. Estamos cerca. ¿O ya lo han conseguido?

No provoquemos e incitemos a ello. Algo siempre queda, a pesar del arrepentimiento.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

A MÍ LA UNIDAD DE ESPAÑA ME SUDA LA… ¡FASCISTAS! … LA PUTA… COLAU, RUBIANS Y COMPAÑÍA Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Tal y como está el nivel no creo que nadie se asuste por el vocabulario soez e impertinente. Procuraré ser cortés. Cortés en  la precisión y limpieza de la palabra, en la actitud, en el gesto, en la voz y en los modales.

La grosería y zafiedad que a diario vemos en los que dicen ser nuestros representantes no puede conducir a nada bueno. Imponer su criterio con el único fin de enfrentar a los ciudadanos tiene un coste no muy alto sino muy peligroso. Los rencores se acumulan y pasan factura; se guardan y se desatan un día, el más inesperado. Hay mucho rencor acumulado y demasiada provocación diaria. No puede acabar bien.

Que se llame fascista al Almirante Pascual Cervera y Topete al cambiar en Barcelona el nombre de la calle que llevaba el suyo por el de Rubianes no es una mera casualidad ni tampoco fruto del posible talento, retorcido en cualquier caso, de una alcaldesa. Se trata simplemente de ofender o demostrar con altanería su ordinariez intelectual, en sus dos acepciones.

No son analfabetos sino malos. Saben lo que hacen y por qué lo hacen. Los que no aceptamos los insultos, la altanería y la grosería, nos empeñamos en señalarles su error cometiendo uno aún mayor, ya que sus repugnantes carcajadas les hacen engordar camino del siguiente ataque. Se ríen de nosotros sabiendo que nos ofenden.

Los partidos políticos, los políticos individualmente, que no aprueban estos actos, claman contra ellos cuando no dieron ni un solo paso para evitarlo aquel día que todo estaba en sus manos para hacerlo. Los jueces dictan sentencias de acuerdo con las leyes que ellos no aprueban sino los políticos.

La toponimia callejera tiene mucha importancia. Hay partidos que lo saben muy bien y lo utilizan. Tratan por todos los medios en Madrid, Barcelona, o en cualquier sitio que lo que hacen les rente publicidad. Pretenden perpetuar su huella tramontana.

La toponimia tiene enorme importancia porque convergen en ella la lingüística, la geografía y la historia. Los nombres de las calles en definitiva son archivos de la cultura, tradiciones, incluso llegado el caso, como este del guerracivilismo y el facherío, incultura. En eso, los partidos ultramontanos van ganando porque cuando llegue el momento de volver a recuperar la cordura los responsables no se atreverán… por incultos o cobardes. Se frotarán las manos pensando que ya tienen el trabajo hecho.

Ya he dicho en alguna ocasión que en este juego de las calles también está metido mi apellido. En concreto el de mi abuelo, General Fidel Dávila, que a la alcaldesa de Madrid y a sus comisionados no les gusta. Mi opinión la repito: quiero que quiten el nombre de mi abuelo a esa calle de Madrid, que la señora Carmena me haga ese favor, que se olvide, que me mande una de las placas como recuerdo, que interprete la historia como le venga en gana, eso sí que no pretenda ser lo que no es, alcaldesa de todos los madrileños, ni más lista que el conjunto, y que saque los tulipanes que ya ha llegado la primavera y aún no se ha enterado, que Madrid permanece a pesar de los pesares de su alcaldesa y que sepa que no lo hago por enfado, no me molesta para nada, con tal de que arregle la limpieza, los malos olores, el tráfico, el transporte público, la incomodidad del centro, sin tocar la luz de esta ciudad maravillosa, me refiero a la luz del cielo madrileño, al que quizá ni mire, ahora cuajado de vencejos y esperanza, la primavera de todos y no la republicana ni la del terror del 31.

Pero yo estaba en Barcelona hablando de su equivalente alcaldesa y el insulto a la historia de los soldados muertos en una batalla dura que ellos no eligieron, en Cuba año 1898, cuando el Almirante Cervera, cumpliendo estrictamente las órdenes recibidas, en una situación táctica y condiciones al límite para entrar en combate, lo entregó todo, él y sus hombres, a los que ahora se ofende e insulta, ¿por España, todo por España? Insulta la alcaldesa y todos los que le ríen la gracia, Serrat, Buenafuente, el alcalde que fue de Barcelona, Trias, que no permitió que el buque insignia de la Armada recalase en Barcelona… y los que sin estar allí han permitido que se llegue a este estado de cosas.

Solo hay un objetivo: enfrentarnos ofendiendo cada día un poquito. No son tontos. Al final nuestro rechazo lo reconducirán para acusarnos, a todos, almirante Cervera, Reyes Católicos o Cristóbal Colón: fachas, fachas, fachas.

El cambio en Barcelona ha consistido en una fiesta para ellos en la que han cambiado el nombre del “facha” Almirante Cervera por el del demócrata gallego, cortés en la palabra y el gesto cuyas sabiduría no me atrevo a repetir, pero que les dejo el enlace de la página de wikiquote donde pueden leer las lindezas que deja este señor de herencia. Así empieza:

«A mí, la unidad de España me suda la polla por delante y por detrás, que se metan a España en el puto culo, a ver si les explota dentro y les quedan los huevos colgando del campanario; que vayan a cagar a la puta playa con la puta España, que llevo desde que nací con la puta España, vayan a la mierda ya con el país ese y dejen de tocar los cojones». Ese señor es el que a partir de ahora tiene una calle en Barcelona que sustituye a la del Almirante Cervera… por “fascista”.

Ruego disculpen que haya tenido que terminar así, pero es necesario ir con la verdad por delante, pese a quien pese y por muy dura que sea.

Un día más se acumula la indignación. Esto no puede acabar bien.

wikiquote Rubianes

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

18 abril 2018

 

CALLE DEL GENERAL DÁVILA (II) General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Calle General Dávila en La Roda

-Buenas tardes. ¿Sabe usted dónde queda la calle del general Dávila?

– Por supuesto. Mire aquella que sube hacia la iglesia. Es muy pequeñita, pero principal. Está en el centro.

-¿Pero no estaba en esa zona Casa Juanito? Yo siempre paraba ahí cuando iba a Murcia.

-Efectivamente, enfrente mismo arranca la calle del general. En casa Juanito también paraba Don Juan Carlos cuando estaba en la Academia de San Javier. Cuando la carretera nacional pasaba por aquí paraban mucha gente. ¡Ahora ya…!

Como habrán adivinado me encontraba en La Roda. En ‹‹La muy noble y muy leal Villa de La Roda››. Alguien me había dicho que allí había una calle que llevaba el nombre de mi abuelo. Merecía la pena ir a pasar el día y descubrirla. Inolvidable; para repetir. No dejen de visitar La Roda y reposar su encanto y gastronomía.

Al buen hombre que me indicaba el lugar donde estaba la calle quise tentarle un poco y seguí preguntando ya que capté enseguida su buena disposición.

-¿Usted sabe quién era ese general Dávila?

-Sí, sí… era un general muy importante de Franco; fue ministro y estuvo de capitán general en Sevilla.

Me sorprendió y entonces insistí con algo más directo.

-Mire usted, se lo pregunto porque yo soy el general Dávila.

Imagínense la cara que puso el hombre hasta que le aclaré que yo era una tercera generación de generales, mi abuelo (el de la calle), mi padre, y yo.

Aquél buen hombre me estrechó la mano y me acompañó hasta el pie del rótulo donde ponía: CALLE GENERAL DÁVILA.

Vista de la calle general Dávila en La Roda

-Los hubo de un lado y de otro. Como aquí y en todas partes. Los unos de unos y los otros de los otros, pero todos somos los mismos e iguales. Ya nadie discute por eso. Ahora hay otros problemas. Aquí nos gusta recordar las cosas de viejos, así las llaman la juventud, y no está de más tener los nombres en las calles para el recuerdo. Pero bueno entre nosotros, por ahora, nadie se plantea esas cosas. Ya digo, tenemos otros problemas. Aunque claro con tal de salir en la tele, vaya usted a saber…

-¡Con Dios! Amigo, y gracias.

-Gracias a usted y un placer estrechar la mano de un general. Lo recordaré siempre que por aquí pase.

Así terminó mi visita a ese bello rincón manchego: La Roda. ¡Volveré!

Parece que llega el momento de que la Calle general Dávila de Madrid deje de llevar ese nombre por decisión de la alcaldesa -cuyo nombre he olvidado-  y una Comisión que ha encontrado un buen negocio de publicidad en esto de la revisión histórica. Algo habrán aprendido, aunque cuando se parte de cortas o preconcebidas ideologías es muy difícil asumir la historia.

Por lo que tanteo, entre ellos (alcaldesa y comisión) y los madrileños hay un abismo insalvable de educación, respeto y buenas maneras; a favor de los madrileños claro. En fin, gracias señora alcaldesa y comisionados. Sin acritud y con sinceridad: ¡Gracias!

Un soldado no está para monumentos ni para rotular calles sino para cumplir con su deber y, acabado este, dar paso al siguiente que ocupe su puesto en formación. El que destaca lo hace por mérito de los demás, razón por la que los nombres colectivos sean más justos que los individuales. Eso le oía decir yo a mi abuelo.

En Santander la Calle General Dávila es la más larga y me atrevería a decir que famosa. Une Santander con El Sardinero. Hace unos meses estaba sentado en una de sus terrazas que dan al mar cuando el camarero se acercó amablemente.

-¿Es usted el general Dávila?

-Pues sí. Usted dirá.

Paseo del general Dávila en Santander

-Está invitado señor. Yo fui legionario con usted en Viator, Tercio Tercero. Pero hoy la invitación es doble. Por usted y los viejos tiempos y por su abuelo que tiene la calle más grande y bonita de Santander.

Pues que lo siga siendo por el tiempo que juzguen conveniente.

Al llegar a Madrid cogí en la estación un taxi para ir a Príncipe de Vergara donde tenía una reunión. El taxista me comentó que venía de allí de llevar a una señora algo mayor y que cuando se montó en el taxi le dijo que la llevase a la calle general Mola.

-Señora ¿Será Príncipe de Vergara? ¿no?

-No caballero. He dicho y repito general Mola, pero si se empeña en llevarme a Príncipe de Vergara, pare que me bajo.

-Mire señora, yo la llevo a usted a general Mola o al mismísimo Valle de los Caídos. ¡Estaría bueno!

Pon rótulos; quita rótulos. Códigos postales, direcciones, nombres absurdos o malintencionados…

Las calles están para pasear y vivir en paz. Estos avanzados ediles y asesores van de otra cosa que se confunde con el contenido de las esquinas, farolas y papeleras. El olor y aspecto es mejorable y Madrid lo sabe, pero aguanta. Ya no se leen los rótulos de las calles; hay que bajar la cabeza, mirar a donde pisas y proteger la nariz.

Más de cien generales dan nombre a las calles de Madrid

Más de cien generales dan nombre a calles en la Comunidad de Madrid; cerca de treinta en Madrid capital. Seguramente ninguno de ellos por voluntad propia. No necesitan rotular nada que no sea su hoja de servicios y conservar el amor y respeto de los suyos.

La historia ahora se conforma con una ley caprichosa aprobada bajo el sectarismo de una ideología. En ella se amparan para remover y revolver nombres con incultura y flagrante fraude a la historia.

Ayuntamiento de Madrid

El dinero parece suyo. Madrid aguanta. No sabemos hasta cuando. Esperemos que no se atrevan también a cambiarle el nombre. La uniformidad, la impuesta, y el mal gusto se van imponiendo. Todo es posible y todo se va cumpliendo. Quieren que lleguemos tarde a la historia y a la verdad; para ello cuentan una historia suya. Pero eso es algo imposible; la verdad acaba floreciendo incluso en los lugares más áridos y sectarios.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

22 marzo 2017

MILLÁN-ASTRAY Y LA INTELIGENCIA Coronel Juan Ignacio Salafranca Álvarez (R.)

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Desfile de La Legión. Fue su fundador el general Millán-Astray

En la loca ofensiva amparada en una Ley que nunca debió existir, el ayuntamiento de Madrid ha arremetido contra una serie de personajes a quienes sus antecesores consideraron merecedores de figurar en el callejero de la capital de España.

Prescindiendo de lo costoso e innecesario de la medida, cuando hay una multitud de problemas a los que nuestros ediles se han mostrado incapaces de solucionar y, por el contrario, han conseguido agravar en muchos casos; como siempre que el sectarismo sustituye a la razón, se han cometido graves errores que se han tratado de solucionar nombrando una comisión de “expertos”.

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Calle del General Millán-Astray fundador de la Legión española

Pero si malo es de por sí el sectarismo, cuando a él va unida la ignorancia los resultados llegan a ser catastróficos. Aunque la desaparición del callejero de nombres que hicieron por su Patria mucho más de lo que cualquiera de los que han aprobado la medida pudieran hacer jamás, y que por ello bautizaban a nuestras calles para ejemplo de generaciones venideras en unos valores que, aunque la ignorancia y sobre todo la mala fé de alcaldesa y concejales traten de hacer desaparecer, son cada vez más necesarios en una sociedad huérfana de ellos, la sustitución propuesta por otros nombres denota ese sectarismo y, en el caso del General Millán-Astray una ignorancia supina.

Se ha propuesto sustituir su nombre por el de la inteligencia, cualidad de la que por carecer de ella resulta ajena a los cobardes que pretenden ganar ochenta años después una guerra que nunca conocieron, en la que lucharon hombres movidos por ideales contrapuestos por los que muchos entregaron sus vidas, cosa que no parecen estar dispuestos a hacer quienes apoyan tan poco necesaria medida.

Resulta claro que al contraponer los nombres de Millán-Astray e inteligencia, se vuelve al tópico del incidente que enfrentó al General con Unamuno el 12 de octubre de 1936 en la Universidad de Salamanca y que ha sido multitud de veces aireado, la mayor parte de ellas de forma inexacta y otras tantas, falseado de forma torticera.

Pero aquí es donde aparece la ignorancia al tratar de presentar a Don José Millán-Astray y Terreros como el paradigma de la brutalidad, cuando en el mencionado incidente la brutalidad estuvo más bien en el lado de Don Miguel de Unamuno, al burlarse de las mutilaciones de un glorioso militar, sufridas al servicio de su Patria.

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Calle de los Caídos de la División Azul

Pero es que además si de algo se pudiera acusar a Millán-Astray, no sería de falta de inteligencia, pues además de ser uno de los militares más ilustrados de su época, diplomado de Estado Mayor, brillante profesor de la Academia de Infantería con un perfecto dominio del francés y comisionado en los teatros de operaciones de la Guerra Europea, su labor de organización abarca logros tan impresionantes como la creación de La Legión, de cuya efectividad seguimos siendo testigos en las actuales misiones internacionales; la organización de la propaganda del bando Nacional, con la inclusión de Radio Nacional de España o la del Benemérito Cuerpo de Mutilados de Guerra por la Patria, que otros sectarios hicieron desaparecer con perjuicio de muchos y sin beneficio para nadie.

Si para todo esto se necesita una inteligencia excepcional, ésta es también necesaria para el perfecto conocimiento del alma del soldado que le hizo redactar un Credo Legionario que noventa y seis años después sigue haciendo de La Legión una Unidad Militar de la mayor eficacia.

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El Credo de la Legión Espíritu y Mística legionaria

Esto último lo saben tan bien los enemigos de ella que, durante años han sido constantes los intentos para modificar e incluso hacer desaparecer un arma tan eficaz para mantener el Espíritu de La Legión.

Todas estas reflexiones considero que serán inútiles para evitar la consumación del despropósito, pero no quería dejar de hacer constar los males que provoca la suma de sectarismo e ignorancia, potenciadas además por la cobardía.

 

 

31 de julio de 2016, festividad de San Ignacio de Loyola, Santo y militar

Juan Ignacio Salafranca Álvarez