Que España está dividida es de sobra conocido. Atravesada más bien, por una espada ensangrentada de caprichos y banalidades manejada por los peores personajes que ha dado la reciente historia de España. Que la división es provocada a mi no me cabe la menor duda. Lo fue desde aquel día en el que un personaje a lomos del viento llegó al poder de manera bastante extraña, un personaje “excepcional” fruto del universo infinito, el del libro y el amor en la tierra, al que siguió en heredad otro semejante que se encaramó a La Moncloa de la misma forma y manera, ¡tan singular!
No es difícil atar cabos después de un análisis imparcial y tan real como que el intento está en, desde el poder, alcanzar todo el poder que lo es más allá de Montesquieu: Poder (tres en uno).
Tiempos malos. Simplemente tiempo de mandones y mandobles. En España mandan los mandones que son jefes de tropas irregulares y mandan más de lo que toca.
A Julio Camba le ofrecieron ocupar un sillón de la Real Academia y nunca lo aceptó. Él decía que lo que necesitaba era un piso, no un sillón. Acabó en una habitación del Palace sin más hacienda que su inteligencia. Aquí La Moncloa no es un sillón merecido, sino un piso okupado. Claro que en cualquier momento cambian de piso por eso de que la Tierra no es de nadie sino del viento. Hay pisos de mayor realeza a la vista.
Tenemos la costumbre, buena o mala, depende, de dividir todo, y el tiempo, en periodos. De diez años, de veinte… depende del interés y de la ocasión.
La Historia es un conjunto, no diez años ni veinte. Podrán distinguirse ciclos, pero no dejan de ser una continuidad del anterior.
Estos días se celebran los diez años del reinado de Don Felipe, que está muy bien y dignos son de recordar y conmemorar, pero no de manera aislada, como si fuese algo sin continuidad, algo nuevo, porque lo anterior no fue bueno o se quiere olvidar, ocultar, borrar, señalar… cosas así.
Algunos pretenden un antes y un después y eso es algo que, tal y como están las cosas, me intriga, una intriga de esas con guion y actores, con un final no desconocido. No se puede celebrar un reinado de diez años cuando el reinado ha conducido todo el tiempo la nueva historia de la democracia española. Aquí hay, al parecer, gato encerrado. El Reino de España no es una cosa de unos cuantos años y borrón y cuenta nueva. Nada ni nadie surge por generación espontánea.
Cada cual tiene su idea de la mejor forma de Estado. En mi caso nunca he tenido la menor duda de que para España es la monarquía por su significado que simboliza la unidad de España, alejada de partidismos, que mantiene el fundamento de la Ley que no es otro que la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles.
Por todo ello y resultando que:
-Como estos últimos años, desde que cabalgamos a lomos del viento, dueño de la Tierra y del universo infinito, solo hay un valor y política que es acabar con la unidad de España.
-Como el acceso al Poder en estos últimos años es a base del independentismo y de la triste herencia de un dolor incurable provocado por una organización terrorista convertida en partido político.
-Como el divide y vencerás es la forma de alcanzar el poder, troceando a España en poderes anti-España que se unen en el rechazo a la unidad de España.
-Como el poder se está traduciendo en Poder+Poder+Poder, es decir en todo el Poder, sea legislativo, judicial o ejecutivo.
Es evidente que uno sospeche y esta sospecha se centre en una celebración que lleva una carga de profundidad, que no se entiende sin la continuidad en el tiempo, el que la Corona ha servido y sirve a España; no en diez años, sino en diez, veinte, treinta, cuarenta, casi cincuenta… y más. Milenaria, nada nuevo, con independencia del titular que la encarne, no es una nueva forma de Estado ni un nuevo régimen, aunque alguno lo quisiera.
¿O es que hay gato encerrado? ¿Divide y vencerás?
Felicidades a nuestro Rey Felipe VI y a la Corona, fiel reflejo de las virtudes y defectos de su pueblo, símbolo de la unidad de España y del respeto a la Constitución.
Diez años: Si. Muy difíciles sin duda; y lo que te rondaré…
Rafael Dávila Álvarez
Blog: generaldavila.com
17 junio 2024