LA MONARQUÍA. Rafael Dávila Álvarez

Que España está dividida es de sobra conocido. Atravesada más bien, por una espada ensangrentada de caprichos y banalidades manejada  por los peores personajes que ha dado la reciente historia de España. Que la división es provocada a mi no me cabe la menor duda. Lo fue desde aquel día en el que un personaje a lomos del viento llegó al poder de manera bastante extraña, un personaje “excepcional” fruto del universo infinito, el del libro y el amor en la tierra, al que siguió en heredad otro semejante que se encaramó a La Moncloa de la  misma forma y manera, ¡tan singular!

No es difícil atar cabos después de un análisis imparcial y tan real como que el intento está en, desde el poder, alcanzar todo el poder que lo es más allá de Montesquieu: Poder (tres en uno).

Tiempos malos. Simplemente tiempo de mandones y mandobles. En España mandan los mandones que son jefes de tropas irregulares y mandan más de lo que toca.

A Julio Camba le ofrecieron ocupar un sillón de la Real Academia y nunca lo aceptó. Él decía que lo que necesitaba era un piso, no un sillón. Acabó en una habitación del Palace sin más hacienda que su inteligencia. Aquí La Moncloa no es un sillón merecido, sino un piso okupado. Claro que en cualquier momento cambian de piso por eso de que la Tierra no es de nadie sino del viento. Hay pisos de mayor realeza a la vista.

Tenemos la costumbre, buena o mala, depende, de dividir todo, y el tiempo, en periodos. De diez años, de veinte… depende del interés y de la ocasión.

La Historia es un conjunto, no diez años ni veinte. Podrán distinguirse ciclos, pero no dejan de ser una continuidad del anterior.

Estos días se celebran los diez años del reinado de Don Felipe, que está muy bien y dignos son de recordar y conmemorar, pero no de manera aislada, como si fuese algo sin continuidad, algo nuevo, porque lo anterior no fue bueno o se quiere olvidar, ocultar, borrar, señalar… cosas así.

Algunos pretenden un antes y un después y eso es algo que, tal y como están las cosas, me intriga, una intriga de esas con guion y actores, con un final no desconocido. No se puede celebrar un reinado de diez años cuando el reinado ha conducido todo el tiempo la nueva historia de la democracia española. Aquí hay, al parecer, gato encerrado. El Reino de España no es una cosa de unos cuantos años y borrón y cuenta nueva. Nada ni nadie surge por generación espontánea.

Cada cual tiene su idea de la mejor forma de Estado. En mi caso nunca he tenido la menor duda de que para España es la monarquía por su significado que simboliza la unidad de España, alejada de partidismos, que  mantiene el fundamento de la Ley que no es otro que la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles.

Por todo ello y resultando que:

-Como estos últimos años, desde que cabalgamos a lomos del viento, dueño de la Tierra y del universo infinito, solo hay un valor y política que es acabar con la unidad de España.

-Como el acceso al Poder en estos últimos años es a base del independentismo y de la triste herencia de un dolor incurable provocado por una organización terrorista convertida en partido político.

-Como el divide y vencerás es la forma de alcanzar el poder, troceando a España en poderes anti-España que se unen en el rechazo a la unidad de España.

-Como el poder se está traduciendo en Poder+Poder+Poder, es decir en todo el Poder, sea legislativo, judicial o ejecutivo.

Es evidente que uno sospeche y esta sospecha se centre en una celebración que lleva una carga de profundidad,  que no se entiende sin la continuidad en el tiempo, el que la Corona ha servido y sirve a España; no en diez años, sino en diez, veinte, treinta, cuarenta, casi cincuenta… y más. Milenaria, nada nuevo, con independencia del titular que la encarne, no es una nueva forma de Estado ni un nuevo régimen, aunque alguno lo quisiera.

¿O es que hay gato encerrado? ¿Divide y vencerás?

Felicidades a nuestro Rey Felipe VI y a la Corona, fiel reflejo de las virtudes y defectos de su pueblo, símbolo de la unidad de España y del respeto a la Constitución.

Diez años: Si. Muy difíciles sin duda; y lo que te rondaré…

Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

17 junio 2024

 

 

 

PASÓ A LA HISTORIA COMO EL DEMÓCRATA. NUNCA SUPIMOS QUIÉN ERA. Rafael Dávila Álvarez

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, momentos antes de recibir en el Palacio de la Moncloa al presidente de Ucrania. (Reuters)

Cuando se habla de manera abusiva de democracia, todo envuelto en esa palabra incierta, conviene sospechar de las razones porque nadie hay que más oculte que el que exhibe los hechos contrarios a los que comete. Suele ser cosa de los que tiran, no la primera piedra, adoquines de cantero.

Se recurre a la Constitución con vehemencia. Se interpreta a la vez que se viola en cada interpretación. Para ocultar los hechos y seguir caminando se nombra un tribunal, que no lo es, y se reparten sus miembros por ideologías de manera que no hay una Constitución, sino varias y variopintas a gusto del que manda. Es una forma de esconder el próximo movimiento <<democrático>> que se nos avecina.

La calle se moviliza tras la bandera de juez y horca, se divide a los jueces, se  les convierte en influencer que van preparando el juego, se reparte a la sociedad entre buenos y malos, se predica la mala educación, la agresividad, rayana a la violencia, es la habitual forma de expresarse los ministros, el Parlamento se convierte en un lodazal de insultos y malos modos, esta es España, la democracia que nos divide y enfrenta al dictado de un atajo de groseros y maleducados que han encontrado el chollo de ser de un partido y hacer uso de la agresividad que llevaban contenida. No era vocación política, era la forma de poder faltar al de enfrente y devolverle sus desacuerdos con el único argumento de hablar más fuerte, más alto y confundiendo palabra con onomatopeya no precisamente de ruiseñor.

Todos saben (con perdón a todos) que esta situación no es nueva, es historia, pero pasada por el tamiz de la ley ya es otra historia. La oficial e impuesta.

El golpe de Estado, violento por cierto, lo dieron los socialistas en 1931, con Azaña, Largo Caballero y demás secuaces y ¡qué cosas! apoyados por el Director General de la Guardia Civil, general Sanjurjo. Inauguraba los golpes de Estado como modalidad única y cátedra española del engaño recubierto del paño de la democracia Typical Spanish.

Somos muy amigos de darnos normas para luego interpretarlas. Abres un libro de leyes y lo que dice es lo contrario a lo que se hace o sentencia. La excelencia no es conocer la Ley sino saber interpretarla. En esas estábamos y estamos.

<<Todos los conventos de Madrid no valen la vida de un republicano>> y entre el 11 y el 13 de mayo de 1931 ardía el dogma. Las Cortes declaraban culpable de alta traición al Rey Alfonso XIII, por eso, por ser rey sin más ideología que la unidad de España: un traidor.

Lo que traían aquellos engañapatrias no era república ni nada parecido, ni normas ni leyes, era un robo del Estado y hacerse con la llave de las prisiones para abrirlas y cambiar de inquilinos: los delincuentes a partir de aquello eran la Iglesia, los militares, los jueces, la Ley, las normas, la educación, el dinero de los otros, en definitiva el gran enemigo era la prosperidad de una España unida y trabajadora. Esos a la cárcel y ellos con las llaves.

Aquella historia ha sido borrada por la ley, para continuarla en cuanto hubiese la más mínima oportunidad, y los escribanos anotan en tablillas de lodo el nuevo nombre de este lugar antes llamado España donde un atajo de nombres sin ley han sentado sus reales.

Por ahora el camino está sin terminar, pero en ello están. Nadie sabe el nombre de quien por la espalda mete la mano al títere que predica desde el púlpito de la mala palabra que ensombrece el siempre soleado solar patrio y que vende las parcelas a precio de traición.

Su dinastía es joven, napoleónica no, camaleónica, y aún nos esperan disgustos armados de pólvora que dispararán amparados en el inolvidable: <<No pasarán>>.

La Moncloa es solo el nido. El socialismo auténtico quita y pone según el IBEX 35 que siempre se ha apoyado en tres pilares, hoy los mismos que ayer: una tecnológica, la conocida mediática y ahora se incorpora otro gran negocio, una conocida empresa de armamento. Los nombres de ellos y de las empresas los ponen ustedes ya que son harto conocidos (incluso lo del armamento). De inocencia también se muere.

Habrá que ver en los próximos años en qué queda esta dinastía del demócrata. Nunca sabremos quien está detrás. Si no hay nadie es que el resto no nos merecemos otra cosa. Por eso es que estamos como estamos.

Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

13 mayo 2024

LO EXTERIOR, LO MILITAR Y LO ECONÓMICO. Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Si examinamos a fondo los interiores de los tres pilares que mantienen históricamente en pie a España comprobaremos nuestra ruina.

Los temblores que sentimos en el edificio son causados por la debilidad que muestran fruto del desinterés en su mantenimiento.

Son tres los sostenes del conjunto, interdependientes entre ellos y coronados por el símbolo de la unidad de todos los vecinos y estancias del edificio común: una bandera en el sitio preferente del edificio, un himno solemne que nos aúna y una Corona. Después el sustento: la política exterior, la política militar y la posición económica.

Pregunto al Embajador de muchos años de experiencia y honrado servicio a España desde los lugares más adecuados para, sin mirar nada, verlo todo.

Me dice.

—Sigo fascinado por la capacidad de despropósito de los señores Sánchez y Albares ( con una ayuda de Calviño) en la gestión de nuestra política exterior: contubernio con Marruecos, pifia extrema con Argelia, sumisión sin recompensa visible por ahora a Washington, promesas estafadas a Ucrania, disparatada hostilidad a Rusia, irrelevancia en los niveles decisorios de la UE, pérdida de presencia en Iberoamérica, Castro chavismo trasnochado, irrelevancia creciente, a diferencia de otros europeos, en China y Japón. No es lo más brillante que tenemos, créeme.

Pregunto al soldado curtido en moquetas y alambradas, que ha visto pasar por los ejércitos a Atila con los unos y los otros. Empieza y termina.

—Nos predican que los ejércitos son externos a España y que por lo tanto con el presupuesto mínimo imprescindible para que parezca que sí pero no. Que aquí, en nuestro corazón de España, sólo si se desborda el río, el mar o el cielo, la tierra o el fuego, entonces aplaudimos su intervención. Si no es así ni para desfilar.

Que el sur fronterizo—donde le aprieto— ya está cuidado por el señor ministro del Interior y por el de Exteriores cuyos nombres son los que son, juez y parte, con bon juicio y bona parte.

Insisto en preguntarle por eso de la OTAN, la guerra y la «Cumbre de la Brújula Estratégica» y dice que la culpa de todo — adoctrinan desde La Moncloa— es de Putín y eso debe hacérsele entender a la tropa y que esté dispuesta a seguir —por culpa de Putín— con los sueldos que tienen y la gasolina que no tienen. Vuelen o naveguen, se tiren por los terraplenes, se revuelque por la tierra o enciendan los carros de combate y disparen con los cañones, que no lo hagan hasta el 2035 que, junto al programa 2030, completará el todo, es decir que será cuando ya no sea.

No entiendo nada, que de eso se trata en términos militares, y se les entretiene mucho con los planeamientos que nunca llega el año que hay que ejecutarlos porque en la milicia hay una palabra muy bonita que todos repiten: obsoleto. Nunca se actualiza.

Con lo económico me pierdo porque es obvio lo bien que va todo. Busco al economista, empresario, autónomo o al que sabe de esto de la economía y, como no lo encuentro, me lo encuentro solo y desamparado.

Está en todas partes, con los ricos y con los pobres, con los listos y con los tontos, con mayores y menores, buenos y malos, no veo a nadie contento y contando las monedas como el tío Gilito.

Nuestra riqueza se limitaba a bienes heredados y hemos dilapidado la herencia. No queda nada.

Me voy debajo del puente a llorar mi soledad y allí están los barreneros poniendo el último cartucho de dinamita sobre el pilar del puente que nos unía a España.

Menos mal que hemos cambiado de tendencia y amanece por el sur.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

20 junio 2022

 

 

 

DEFENDER A ESPAÑA EN LA OSCURIDAD Rafael Dávila Álvarez

Son los misterios insondables que no enseñan ni en el cole ni en el otro cole llamado universidad; ni siquiera la de la vida. Aceptados e incomprendidos.

La gasolina sube (o baja) sin saber razones. Todos callados.

La luz: heredé la costumbre de ir apagando luces que otros dejaban encendidas. En los ministerios e instituciones nadie las apaga porque nadie paga: pólvora del rey. Una metáfora de España.

El alquiler de la vivienda sigue siendo un juego político, el mercado va a su aire y al del propietario de inmobiliarias enormes que controla el descontrol. Otra.

El juego es hacer impenetrable esos lugares a los que uno se debe y exigen silencio, pleitesía y adoración.

La Constitución. Ahí está el secreto. Habla de derechos individuales: vivienda, justicia gratuita (en nombre del Rey), propiedad, herencia, trabajo, elección, profesión, estudiar, y para qué seguir.

Incluso habla de la unidad de la Patria, de la integridad territorial, de la soberanía, de la voluntad popular, habla y habla tanto que hasta dice que todos tenemos el derecho y el deber de defender a España, que yo me pregunto, ¿de qué y de quién? porque aquí nadie defiende nada y menos algo tan elemental como la unidad de la Patria. Es decir que la Constitución es como un papel muy bonito que dice cosas preciosas y que queda muy bien de cara a la democracia, que dicen que somos, y luego llega el legislativo, que es como el ejecutivo pero más grande y que, entre unos y otros, eligen al judicial, y se sacan unas cuantas leyes que regulan lo que dice la Ley, pero a su manera, que si algo tiene el poder, el de la mayúscula, es que lo puede todo y de todo lo que le interesa hace ley y luego vete a preguntar, que te dicen que si no te has leído lo que dice la ley, que lo que dice la Ley vale, pero menos, que aquí lo que vale es lo que dice el alcalde en su bando y que si no lo cumples te las vas a ver con los municipales o con el juez, aunque sea de paz. Es una metáfora, ¿la Constitución?

Bueno pues ya no sé de lo que hablaba, pero he ido a echar gasolina, lo de siempre, y le he tenido que pedir al de la gasolinera que me saque del depósito unos litros porque con lo que gastaba antes ahora rebosa, quiero decir mi indignación.

En casa a oscuras o con velas. Las velas ya no son de cera, de las abejas, sino de parafina, un derivado del petróleo, y al final me he metido en la cama, como las gallinas, antes de que anochezca y haya que encender la luz.

Al acostarme he intentado analizar con quietud el tema de la luz y la gasolina, a ver si lo entiendo de una puñetera vez. Imposible. Soy una nulidad.

El presidente juega con los ratones. Debemos acostumbrarnos a ese juego del palo y la zanahoria porque él sabe que si aguanta dos años (dinero hay) tendrá las próximas elecciones ganadas. Ha llegado a su cota de máximo desgaste que era Cataluña. A partir de ahora empieza un nuevo partido. Será ganador.

España: sin luz, sin ley, sin trabajo, sin vivienda, sin unidad, sin justicia, sin ejércitos, sin…; sí eso también falta. Es una puñetera metáfora. Le falta un trozo y más.

Duermo pensando en eso de defender a España, que es un derecho y un deber. Le preguntaré al Constitucional o al Supremo, aunque la respuesta, la buena, la que vale, la de verdad, está en la Moncloa, que es todo, que el poder lo puede todo, hasta el más inútil da cuerda al reloj de España, que sigue sin funcionar.

Hágase la luz. Es demasiado cara y está en manos de especuladores de la política que no de otra cosa que la pasta. ¿La pasta o la vida? y eligió la luz. A oscuras el resto.

He soñado en defender a España, aunque sea a oscuras y sin gasolina. ¿Sueño o metáfora? ¿Quién me ayuda?

¿Para qué pondrían el artículo 8 de la Constitución? Y el 2 y el 30, y el otro, el otro, el otro.

Con haber puesto «Aquí mando yo, luego un poquito el otro, sin romper nada, y otra vez yo». Como en el 33-34 que ya ni me acuerdo. Sí, una guerra preventiva , decía el maestro Gustavo Bueno.

Aquí (Así) no hay quien viva.

Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

21 junio 2021

 

LA POLÍTICA Y LAS ARMAS General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

La cita se la hizo Aristide Briand a Lloyd George durante la I Guerra Mundial: «La guerra es asunto demasiado grave para dejarlo en manos de los militares». Sucede lo contrario. Por tanto debió arrepentirse y ya nadie se atreve a repetirlo. Caer en manos de los actuales políticos nos puede llevar a inciertos lugares. Uno de ellos es el de las Armas.

¿Dónde se ha ido el líder de Podemos? Su desaparición, junto a alguno de sus íntimos, hace pensar: bien o para mal. La milicia tiene el término adecuado para definir el abandono de tus tropas ante el fracaso personal. Los códigos de conducta y los sancionadores también lo contemplan.

Hay algo muy preocupante en todo esto: una explicación lógica. Nos la deben.

En política casi nada tiene otra lógica que el interés partidista. La aparición de la señora Ayuso y la caída de la izquierda requieren de un nuevo planteamiento en la derecha española y un reajuste en los programas y partidos. Si no es así la gravedad será el preludio del fin.

Lo de Iglesias puede ser una huida hacia delante o una retirada a tiempo, o cualquier cosa; incluso peor. ¿Se constituirá con Mando y Estado Mayor fuera, pero dentro? Habrá que esperar sin perderle de vista.

Al fin parece que el espejito mágico de la Moncloa se ha roto y ya no es el más bello quien le pregunta por las mañanas.

Todo está sucediendo de manera extraña y poco entendible para el común de los mortales. Se empieza a adivinar —en el mundo—un intento de sosegar el ambiente político tan deteriorado por este convulso periodo de pandemia; y más. Sosegar en lo político no es otra cosa que hacerlo en lo económico en unos momentos en los que a la pandemia le viene a la zaga el gigante Xi Jimping manejando el gran robot que queda fuera de control para el resto del mundo.

Se atisba un horizonte, ya cercano, de cambio, de fin de ciclo político, económico y, por tanto, social.

Solo me gustaría ampliar un poco ese horizonte y abarcar mayor campo de visión para que nada nos sorprenda.

Lo que veo me parece una tregua que incluso podría ser un simple alto el fuego.

La política sigue asustada y con exceso de aficionados que pretenden aprovecharse de ella. Las Armas están vigilantes. En ningún momento han bajado la guardia. No todas. ¿Cuáles sí, cuáles no? Adivinen.

Las Armas nunca se asustan y están en permanente estudio, adivinando el posible escenario próximo, aunque alguno enfoque de manera distinta sus estudios o solo recurra a la experiencia, como los dos mulos que tenía Federico el Grande que después de más de cuarenta campañas sobre sus lomos seguían siendo mulos. Siguen alistados. Cocean por aquí cerca.

La I Guerra Mundial se interpretó como «una guerra para acabar con las guerras».

Versalles dejó resentimientos y al fin se quedó en un armisticio por veinte años.

Hitler atacó Polonia el primero de septiembre de 1939; empezaba la II Guerra Mundial. Las agresiones en tiempo de paz habían empezado mucho antes con la ocupación de Renania en 1936.

Díganme si encuentran algún parecido actualmente. Los despliegues están, Armas preparadas y la Renania de ahora ya está ocupada.

En agosto de 1939, para más inri, Hitler firmó con Rusia un pacto de no agresión.

Jugar con la política es andar en la oscuridad por un rio de gasolina iluminándose con una antorcha. El Escamandro. Solo es necesario un mínimo error. Después lo que viene es la guerra: donde no hay lugar para la moderación.

O una debilidad política a la que le sigue otra de las Armas. El resto está escrito en la historia.

No es suficiente vencer. Hay que saber predecir y ver qué se esconde al otro lado de la colina. No te fíes ni del compañero de pareja.

Está próxima la reunión de la pareja Biden-Putin. Es insuficiente.

¿Será una reunión de la experiencia a la que aludía Federico el Grande o habrán estudiado el panorama? ¿Habrá espíritu de defensa o de conquista?

De entrada faltan interlocutores. Armas no faltan. El mundo ya no es de dos, lo que dificulta el equilibrio de la balanza.

Hay quien se cree que España no es una, sino una experiencia suya.

Los que así piensan y gobiernan, como los que formaron parte del equipo de Federico el Grande, ahí siguen, después de, exactamente, 43 años de experiencia. Cocean.

¿Nudo gordiano? Como Alejandro: «Es lo mismo cortarlo que desatarlo». Alguno lo hará con su espada.

Embastar y botasilla. El que tenga oídos…

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

27 mayo 2021

 

 

 

 

ESPAÑA UNIDA JAMÁS SERÁ INVADIDA General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

No sé muy bien el color. Marcha era. La que todos hemos podido ver y acompañar en defensa de nuestra soberanía e intereses nacionales después de la llamada invasión marroquí. La de ayer mañana ha sido una marcha-manifestación espontánea del pueblo español en defensa de España y en concreto de Ceuta y Melilla. Multitudinaria; como no se conocía otra desde la invasión napoleónica, si es que la hubo o fue un asunto menor.

Ayer era motivo de orgullo patrio ver como en todos los rincones de España el pueblo único, unido, clamaba por su soberanía y por los derechos humanos a la vez: ¡Ceuta y Melilla españoles! ¡Abre la muralla!

¡Qué bonito ver como se pedía paz y guerra!

De fronteras nadie hablaba, incluso nadie mencionaba al Frente Polisario y algunos decían no se qué del Sahara, algo así como el Sahara español. El caso es que era una alegría ver mezclados a los del ¡No a la guerra!, los de Irak, y los de ¡A la guerra!, ahora muy numerosos, todos a una Fuenteovejuna, como si fuese de nuevo Napoleón, pero por el sur. Hasta se veía alguna pancarta que decía: ¡Nunca máis!, que no se entendía muy bien, pero parece que venía del norte al centro.

La gran pancarta que abría cada una de las diecisiete marchas, todas una, diecisiete en una, decían: ¡España unida jamás será invadida!

Sánchez estaba en Ceuta vestido con el uniforme árido y desde el S-80 (submarino) animaba al personal, incluso se lanzó al agua a salvar a alguien, y luego quería ir de compras a Xauen.

El caso es que ayer España era una marcha, verde, roja, y de colores, unida contra el invasor y muy unida a quien la provocó, esa que habita en el palacio de Santa Cruz y visita con asiduidad al de la Moncloa sede del designio de España.

Junto a la marcha espontánea, las cancillerías de España en el mundo se reunían con sus homólogos agradeciendo el apoyo prestado en esta crisis con Marruecos y sus firmes comunicados. Sobre todo y el más agradecido ha sido para la OTAN por mostrar su firmeza en la defensa de la frontera sur de Europa y la inviolabilidad del territorio de uno de sus miembros. El despliegue de Letonia, incluso el de los misiles de Turquía, podría ser trasladado al sur.

Muy de agradecer es la postura de los Estados Unidos de América que para entretener a las fuerzas armadas, hasta los dientes, marroquíes, va a hacer unas maniobras con ellas, y que tendrán como base la de Rota como símbolo de su apoyo y amistad con nosotros. No pueden olvidar el nuestro en Irak con Zapatero, muy recordado ahora por Biden, que no tanto por Trump.

Marruecos debe avergonzarse del ataque enmascarado que ha hecho contra España en un intento de invasión que es prolongación del que como gota de agua hace cada día y nosotros obviamos. Ahora España y el mundo se ha dado cuenta, han descubierto la traición.

Y clama ese mundo, solidario con España, contra Marruecos; el Consejo de Seguridad de la ONU ya se encuentra reunido para imponer sanciones a la nación del norte de África.

OTAN, ONU, UE, AED, PCSD, PESC… ¡UF!, no falta nadie. Hasta las bolsas y los mercados internacionales han lanzado su preaviso.

La situación se ha vuelto contra Marruecos y el futuro es de España. Un futuro en el que está garantizada «la soberanía e independencia de España, su integridad territorial y el ordenamiento constitucional».

El mundo con nosotros. Sánchez en la Moncloa. Laya en Exteriores. Grande-Marlaska en Interior. Los españoles manifestándose en defensa de su integridad y en contra de ser invadidos.

La tranquilidad es plena.

España unida jamás será invadida.

Solo falta gritar los «vivas» reglamentarios.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

En el barranco del lobo Artículo publicado en el mes de junio de 2017 

Blog: generaldavila.com

21 mayo 2021

LIBERTAD. VACUNAS. MUERTE. NEGOCIO Rafael Dávila Álvarez

No vacunar equivale a muerte. Una vez que la vacuna existe todo lo que no sea acelerar su fabricación, administración, día y noche, sin descanso, es abrir la puerta a la muerte. También a la tiranía, a la falta de libertad.

Vacunar. Eso es lo único importante y a lo que deben prestar su atención los dignísimos políticos europeos; pero nos interesan en concreto los españoles. ¿Dignidad? Déjense de mociones de censura y tengan la suficiente para ocuparse del problema número uno que nos domina. Nos estamos muriendo; no sé si se habrán enterado. Repito: nos estamos muriendo. Ya ni los cuentan, ni nos dan las cifras, quizá no las saben.

La Moncloa es un avispero político donde las abejas zumban sin control agitándose la colmena de España. Sin orden ni vergüenza fabrican hiel y no miel.

Hay edades en las que la muerte empieza a ser demasiado familiar. Se van los más cercanos en edad e historia, los que te han acompañado en esta lucha cruel para sacar adelante España siempre con una sonrisa y la aceptación de todo, y todos con respeto y sacrificio. No ha sido fácil, y no es justo acabar así.

De repente nos ha asolado una pandemia de muerte de la que ¿nadie tiene la culpa? Creemos y desearíamos que así fuese. Pero…

Después de muchas dudas —algunas continúan— la ciencia ha logrado sacar adelante la única solución, por ahora: la vacuna. Diversas, más o menos eficaces, pero hasta ahora la única solución en nuestras manos aparte de amordazarnos y limitar nuestras capacidades de vida y libertad.

Mira por donde el proceso es tan lento que parece que nunca llegará el final. Sigue en aumento el número de muertos, escandaloso, mientras los políticos en vez de aunar fuerzas para lograr cantidad, calidad y rapidez, se dedican a clavarse el aguijón. Una vez más demuestran el sumo interés que tienen por nosotros.

Lo de la política en España se ha convertido en una vergüenza que ha traído mucha miseria, hasta tal punto que la muerte ha quedado en un segundo plano.

Incontrolada pandemia. Sin duda en España, donde el presidente del Gobierno ha soltado las riendas y cada Autonomía va a lo suyo sin orden ni control. O lo que es peor, el presidente del Gobierno ataca a las Autonomías en las que no manda y abandona a su suerte a unos y a otros. ¿Aquí no manda nadie?: «Entre todos la mataron, pero ella sola se murió».

Es difícil entender lo que está ocurriendo con las vacunas y su proceso de administración. Cada día surgen más interrogantes, se ralentiza el calendario y la muerte sigue su ronda imperturbable.

Llega el momento de la pregunta: ¿Será todo esto un negocio? Voy más allá: ¿Será un negocio político?

Contéstense ustedes mismos y ¡revuélvanse! contra la pandemia política peor de la historia de España. Aunque solo sea por los que ya no pueden hacerlo; que hasta el último adiós les vetaron.

Y no olviden lo que es libertad.

Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

27 marzo 2021

 

 

COMUNIDADES EN ALERTA. MIEDO EN LA MONCLOA Rafael Dávila Álvarez

Me llegan noticias del augur, que es la nevada, (año de nieves…) de los problemas que el Gobierno está teniendo con sus aliados y que puede llevarle a situación extrema. Por si acaso han cerrado las puertas de la Moncloa y se han blindado tras el parapeto de las promesas del inquilino; que se hacen insuficientes.

Preparan la estrategia que básicamente se centra en un ataque a Madrid. Una batalla, desde fuera, para reconquistarla y repartírsela.

En España hemos dejado de ser españoles para ser andaluces, aragoneses, asturianos, baleáricos, canarios, cántabros, castellanomanchegos, castellanoleoneses, catalanes, extremeños, gallegos, riojanos, madrileños, murcianos, navarros, vascos o valencianos, ceutíes o melillenses. Menos españoles, de todo. Hemos perdido nuestra identidad. Cuando vienen mal dadas, como ahora, la descarnada realidad se convierte en terror. Miles, incluso millones de personas deberían estar ya vacunadas contra el virus, pero algo ha fallado. Era de esperar. ¿La razón?: Aquí mandan todos, lo que equivale a decir que no manda nadie. El mando único es necesario; diecinueve mandos es un caos. Eso es España: confusión, desorden. El de Andalucía, el de Aragón, el de Asturias… mientras el de Moncloa se encierra en su inutilidad y pregunta por las encuestas y su imagen.

El concepto militar de Logística dice que «es el conjunto de previsiones, cálculos y actividades de los Servicios para proporcionar a las Fuerzas Armadas los medios de combate y de vida necesarios para el cumplimiento de su misión, en los lugares adecuados y en los momentos oportunos» Ni previsión, ni cálculo; ni cumplimiento ni lugar ni momento. Esto se parece a Moncloa.

Una máxima de la logística es que en época de escasez hay que centralizar los medios disponibles. En manos de quien debe saber, organizar y repartir con la diligencia y capacidad que exige el mando, es decir la responsabilidad. Está claro: no saben.

Cuando se está entre aficionados, incluso de la política, pasa lo que estamos sufriendo. Pero cuando esas manos pasan de lo inútil a lo malo perdemos el control de quien nos controla.

Me escribe una lectora del blog: Más de 70 años, diabética tipo 1, hipertensa. Tiene que cuidar a sus nietos y recogerlos en el colegio. No hay ERTE para su hija, ni teletrabajo. Limpiar casas es presencial. Ella, casada con funcionario, se acoge a la Sanidad privada, una compañía con la que lleva toda su vida junto a su marido. Ha llamado a esta compañía de salud privada (muy conocida) para ver como se gestiona esto de la vacuna contra el virus. Nadie sabe nada; no hay vacunas ni nadie les ha dado noticias del proceso. Nada de nada.

Hablo con un médico amigo que atiende en un servicio de urgencias público, de esos que están día y noche salvando vidas y en contacto con miles de casos en la calle. No sabe nada. Ni les han vacunado ni se espera.

Diecinueve mandos con el remedio en sus manos, pero sus soldados se mueren y los hospitales se colapsan. Al final será el Ejército de todos el que tenga que acudir allí donde no quieren estar con todos, sino mandados por lo inútil. No hay ningún problema con la tropa ni con el armamento, sino con el que la manda. No es hacerse obedecer, sino mandar. Como siempre.

Es hora de que alguien se ponga al frente de la situación. Retirar a los aficionados, asumir la responsabilidad, sin compartirla con nadie. Para ello es necesario: confianza en sí mismo, amor a la responsabilidad, firmeza de carácter, elevado espíritu de sacrificio y serenidad ante el peligro. Todo ello antes de que haya más muertos.

En Moncloa, nadie sabe si se vacunan o no. Su única preocupación es el malestar que reina entre sus socios de Gobierno y salvar el trasero que se sienta en esa poltrona.

Hay miedo en el palacio. Una imagen borrosa. Me alegro; sin olvidar lo peligroso que es, como bien saben los pastores, tener al lobo acorralado.

Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

10 enero 2021

SI SOY MINISTRO DE DEFENSA. Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Puede que me nombren ministro de Defensa en una de estas legislaturas, lo veo venir, pero ya anticipo, no sé si hago bien, que diré no; por eso de que las armas las carga el diablo. Ya una vez me quedé a las puertas, de la Moncloa, esperando a que el negocio terminase. El precio no era el ajustado y me devolvieron a casa cuando aún no estaba todo decidido, pero se veía venir lo que ha venido. Enseguida me di cuenta por la forma de mirarme y el augurio de las urracas volando por los plátanos del Palacio. Tu aquí sobras; y me fui antes de que me echasen. Aunque ahora me siento como que me han echado.

Las medallas, como nadie las quiere, las acabo de poner a la venta, y el sable también ya que solo me da sablazos con el IBI y con el IVA. Ya me voy retirando porque nadie se baña dos veces en el mismo río; creo que lo decía Heráclito. Que también decía algo así como que la guerra a unos engrandece y a otros hace esclavos. Engrandece a los humildes y esclaviza a los soberbios, de ideología, y a mí eso de las ideas férreas que esclavizan, junto a las armas, no me parece bien, es un dúo peligroso, así que no pienso vender ni un cartucho.

Si llego a ser ministro, porque a ver, ahora así en frío y sin posibilidades digo que no, pero quien te dice que llegado el momento te enseñen la nómina, te presenten al conductor, al coche, la escolta, el ordenador y el móvil, ves que nada tienes que hacer, sino dar unas órdenes, que ni siquiera tienes que terminar la frase, porque en cuanto vas a hacerlo ya te la han terminado y ejecutado. Además te dicen que una vez nombrado a ver quién te echa que sería un escándalo, y ahí te quedas una buena temporada sin hacer nada; lo que es mejor para el contribuyente; y claro, que uno no es de piedra.

En cualquier caso y puesto a pensar lo primero que yo haría es vender el edificio del ministerio de Defensa, con el piano incluido, Vitruvio también (ahí es nada: arquitecto de Julio César) y Cibeles, que con la diosa Cibeles está Mar y Tierra, a un lado y a otro de la Castellana, y ¡que vaya edificios! Como los vean los okupas, esos dirigidos y conocidos, los okupan con sus ataques que disparan ideologías imparables, y otras cosas con las que han rellenado hasta uniformes. El edificio del Aire, en Moncloa, por donde antaño estuvo la Cárcel Modelo, que fue modelo de dar paseos, también lo vendería.

Me construiría un Pentágono tipo Trump y lo defendería de ideologías con fuegos artificiales y relatos cortos, de esos que impactan como el ¡No pasarán!, que no hay quien a ello se resista.

Una vez construido mandaría a formar al Ministerio para preguntar uno a uno ¿Usted qué hace?, ¿y usted?, así hasta vaciarlo y quedarme solo con un auténtico pelotón de soldados. No hace falta más. Pocos, pero buenos.

Pero estoy pensando que hay una cosa aún más importante para que acepte ser ministro de Defensa. Tengo que saber cuál es mi misión y hacérselo saber al pelotón. Entonces habrá que recurrir a la Ley, porque de otros no me fío que, como dicen los del pelotón, te la meten doblada en cuanto pueden. Leo Ley, y dice que el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional.

Entonces está claro. Tendré que mirar a mi alrededor antes de aceptar, porque si soy ministro de Defensa gracias a que me apoyan unos que dicen que no a la independencia de España, que quieren romper con España y con su forma de Estado, y que eso de la integridad territorial con ellos no va, que ellos no tienen Rey, otros que dicen que los terroristas de la ETA son gente de paz y cosas así, y con infiltrados de los ya conocidos de antaño, minadores del Alcázar llamado España, pues no voy a poder ser ministro de Defensa. Con esos compañeros de Gobierno tendría que comprar y montar un armamento ideológico que yo creo que mi pelotón no aceptaría y además el presupuesto no da para eso.

No me queda otra. Heráclito tenía razón; me bañé en otro río. Yo no puedo ser ministro de Defensa y por ahora me limitaré a escribirlo. Más adelante veré si cargo las armas con ideología y presento batalla.

Las armas las carga el diablo, pero con munición letal: ideología.

Está claro. No puedo ser ministro de Defensa. Mejor mandar el pelotón.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

21 octubre 2020

ORDEN CERRADO A LAS ÓRDENES DE SÁNCHEZ: ¡IZQUIERDA! ¡MAR! Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Las falanges macedonias requerían de una disciplina y entrenamiento que permitiera ese invencible choque sin desmoronarse en sus movimientos. Cualquier formación cerrada exige orden, que deriva de la instrucción. Es el orden cerrado, todavía practicado en todos los ejércitos del mundo. Son formaciones compactas muy sólidas y fáciles de mandar una vez que todos los formados conocen las voces de mando. No hay iniciativa ni nada que pensar. Se ejecuta el movimiento al unísono y eso es todo.

Se fusiona una Caja de Ahorros, la de Madrid, luego llamada Bankia, con el Banco catalán, toma el nombre de La Caixa, que debe ser algo así como La Caja, pero en catalán. Convertido en uno de los mayores bancos del mundo, el mayor de España, ¿español?, pero con el nombre en catalán. ¿Quién hace caja? He ido inmediatamente a dar de baja mi ridícula cuentecita.

Messi se va pero no se va. Le ha llegado el aviso. Esto no es un club de fútbol. ¿Qué te has creído? Messi se queda. Nada de rupturas cuando el proceso está en marcha.

Empiezo a pensar mal en esto del covid. Empiezo a dudar y a creerme lo mínimo. No son de fiar quienes nos guían. El Pretendiente, Sánchez, va a Sol, se hace la foto, sin renunciar al machito, al salir transmite el mensaje a los suyos: <<A esta ni agua. Madrid es nuestro>>. Protagoniza la traición tras aparentar negociación. Siempre es igual.

En la Moncloa surge la alarma: los jueces van a inhabilitar a Torra. Artillería contra la Zarzuela. Aviación contra los jueces.

Nula información. Los españoles estamos en el biberón de la democracia. ¿Qué sabemos? Es lo más parecido al Área de Brodmann o al Área 51.

Todo responde a un complejo fenómeno-movimiento.

<<Cuando se hallaba el mundo a punto/de que el prodigio sucediese…>>. Se lo oí a José Hierro un día que hablaba con una Reina, solos, tras una puerta que gemía.

No es posible que la gente sueñe. Hay que acabar con la economía, echarlos de sus trabajos, arruinar a las empresas, ensalzar al Estado de ubres llenas para quien obedece.

El coronavirus ayuda, y mucho, para acabar con las libertades, ¡qué digo!, con la Libertad: esposas en las muñecas y mordaza. Han inventado eso de atontizar, que es fabricar tontos.

Los objetivos están diseñados y cuentan para su logro con la pandemia y la parálisis de voluntades:

—Independencia de Cataluña.

—Independencia del País Vasco.

—Federalismo.

—Fin de la Monarquía.

—República de corte bolivariano.

—Imposición del <<Relato>>, una historia escrita por ellos y una eficaz propaganda que quede impresa en el área de Brodmann (medios de comunicación).

Para todo ello, ya lo estamos viviendo, el comunismo socialista necesita empobrecernos, que la lucha de clases empiece por hacer desaparecer el escalón de sosiego que es la clase media; una dependencia total del estado, a pesar de que la deuda pública nos hundirá como nación; eso les da igual.

Seremos pobres, pero tendremos siempre a Sánchez, Zapatero, Ábalos, Monedero, Echenique, Iglesias, Montero, Torra, Rufián, incluso a Otegi y más.

Todo y entre todos han urdido el plan. Son herramientas del neocomunismo ensayado en España.

Una mezcla de la que nos están dando a beber, a poquitos, y que servirá de vacuna contra el pensamiento libre y la verdad objetiva.

El diagnóstico es de máxima gravedad y las causas de la enfermedad son una derecha llena de protagonismos en la que unos no encuentran su lugar y otros montan su polis.

Me voy a permitir dar un consejo a quienes creen estar en política defendiendo la unidad de España y su historia, junto a la Constitución. Tucídides, que no es nuevo en estas lides, nos servirá:

<<La fórmula más eficaz para que un Estado viva al margen de toda inquietud consiste en no tener que arrepentirse nunca de haber favorecido al adversario>>. Culpables por omisión. Mucho de lo que arrepentirse.

En España el adversario es ese que ahora gobierna con una política de imposición ideológica sobre una política de desarrollo.

Cada mañana el ciudadano español se levanta al grito de: ¡Izquierda! ¡Mar!

Y obedecen las conciencias okupadas.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

28 septiembre 2020

Blog: generaldavila.com

 

 

LA ZARZUELA, LA MONCLOA Y EL PARDO. Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Palacio de la Zarzuela

Más de uno siente el dolor de la edad, de la tristeza, de la sabiduría ahora despreciada. Puede que del error, de la equivocación.

España está construida a base de errores que se repiten. El pasado fue una equivocación y los que forman parte de él olvidados viejos a los que solo les queda irse con el dolor del desprecio. Se queda, momentáneamente, la maravillosa y luminosa juventud.

Algún día despiertas y aprendes: lo que parece nuevo es una vieja historia disfrazada que se repite en capítulos de inconsciencia.

<<No hay mal que no venga por bien>> sentencia Baltasar Gracián en El Criticón. Pusieron la frase en boca de Franco el mismo día que mataron su pensamiento, obra y palabra. Yo no me lo creo. No dijo nada y todo le vino a la cabeza. Asesinaban a Carrero Blanco por orden terminante de Toulouse, con información y alma comunista, y la mirada perdida de algunos gobiernos. Los ejecutores fueron unos borrachos que le daban a todo. Así es la historia. Piensan unos y ejecutan otros. Suelen ser borrachos ambos.

¿Y qué? Nada. Agradecida es la Patria y sus patrioteros.

Pedro Sánchez pregunta a los que le rodean que dónde está el bien. El bien eres tú Pedro, futuro y compromiso. Progresismo. Vas a construir una nueva España.

España hace mucho que dejó de pensar en el futuro y vive día a día sin aportar nada que no sea contra la memoria.

La historia se mueve entre palacios.

Tres.

La Moncloa es un despilfarro, un palacio inútil  por sus moradores. Es feo y sobre todo frío, muy frío. A gusto del consumidor, es decir del usador, que suele haber leído poco sobre gustos. Iba para Palacio y se quedó en despropósito.

La Zarzuela es un arroyo de zarzas, donde está construido el llamado Palacio de la Zarzuela, donde no se ve ningún palacio y sí un chalet muy grande en espacios interiores. Allí se estrenó, entre espinas y flores blancas que dan moras, este género musical, la Zarzuela, con Felipe IV, y allí siguen las zarzas pajareras y muchas encinas que dan bellotas para San Eugenio.

Vigila el paraje, elevado en la distancia, la sobrecogedora talla de Gregorio Fernández, el Cristo del Pardo, donde acude (acudía) el <<todo Madrid>> a rezarle y de camino el fraile de la puerta, fray Santiago, te bendice (bendecía) el coche.

La Zarzuela tiene seis puertas, y una tapia de 2 metros de la época de Felipe IV que traspasan los jabalíes, nadie sabe por dónde. Hay entradas y salidas de diferente estatus.

Está el campo de Zarzuela que es como una dehesa pintada sobre tabla de Flandes, y el Palacio. Son cosas distintas, pero reflejan la seriedad del recinto, el contraste. Desde que traspasas la puerta al campo, hasta que llegas a la del Palacio, te da tiempo a repasar la historia de España que tiene mucho de encinares y cielos del Prado, de museo, una zarzuela donde casi todo parecen piezas estáticas sacadas de una vitrina. Ni los centinelas o la bandera se atreven a moverse más allá de lo que corresponde. Para las visitas hay dos rutas iguales que les llevan al Palacio, es el mismo camino, pero distinto si vas o si vienes. La de entrada y la de salida. Siendo la misma, nada que ver la una con la otra.

Puedo asegurarles que he visto a muchos entrar y salir. No era el mismo el que entraba que el que salía por el mismo camino, siendo todo el paisaje igual. Cambiaba todo. Durante el trayecto de salida las cosas eran sorprendentemente distintas. Es el milagro de la Corona. Hasta a la mayor de las fieras la he visto mansa y cariñosa cuando salía. Lo he contado en alguna ocasión con nombres y apellidos. Allí la realidad se hace verbo y parece que has entrado en la seriedad de una nación cuya asombrosa historia te recibe. Sobrecoge el insignificante recinto al lado de otros más majestuosos y barrocos. No es el sencillo y bucólico paisaje ni es el chalet grande, sino la historia que encarna quien te recibe.

Cuando entré por primera vez en ese recinto, hace ya muchos años, alguien muy cercano me dio un consejo: <<De Zarzuela cuando te vayas no vuelvas a no ser que te llamen>>. Lo cumplí a rajatabla.

Otros no y el camino de salida les resultó desconocido. No recordaban que somos una simple figura de la decoración, estática, ni un movimiento más del que te corresponde, ni bien ni mal hecho.

Los lugares los hace quien los ocupa. Símbolo de Majestad es Zarzuela. Lo ocupe uno u otro, es España quien lo habita y por ello está bien guardado y cerrado para todo el que no le corresponde encabezar la historia y darle continuidad. Quien allí vive no es uno, sino una continuación, una unidad en el tiempo, la historia y sus titulares, para lo bueno y lo malo, eslabones que, hasta oxidados, aguantaron el difícil peso de nuestra historia. No sobra ninguno. Todos los eslabones forman la cadena de la historia. No hay aleación perfecta, pero está muy cerca de serlo después de tantos años e intemperie. Mejor no cambiarla ni someterla a restauración.

Los otros, nosotros, los que entran y salen, ni brillo damos, simplemente servimos y una vez hecho nos vamos. Nada somos, nada tenemos y nada  pedimos (deberíamos). Formamos parte de España y ayudamos a que esa Corona sea continuidad de una España en paz, y que desde ella nos calme, acoja, y frene nuestras pasiones tan contrastadas y grabadas en esas páginas de los siglos.

Cuando te vayas no vuelvas. Es un buen consejo al terminar tu labor de servicio. Ahí deben estar, siempre, siempre, los que son y los que han sido, porque un Rey nunca deja de serlo. Lo es y será más allá del final.

El Palacio de la Zarzuela es más que una vivienda. Fue, es, y esperemos que siga siendo, el lugar de referencia de los Reyes. Unos Reyes que son la Corona de España, no uno, sino continuidad.

La cadena es de una aleación que, una vez rota, no da lugar a soldaduras.

Si te vas no vuelvas es algo muy duro. No es para los Reyes.

Si se pierde un eslabón, aún oxidado por el tiempo, erosionado por los toqueteos y manoseos de tantos, es irrecuperable la cadena.

Queda roto el engarce con la historia. Empieza una cosa nueva de nombre desconocido; o demasiado conocido.

La Moncloa es un palacio hortera y presuntuoso, de mal gusto y muros poco fiables. Hay fontaneros y soldadores que provocan desagües y rupturas.

La Zarzuela es la historia de España. Puede que eso sea con lo que quieren acabar.

Falta hablar del tercer palacio: El Pardo.

La historia ya no se lee en los libros, sino en los palacios convertidos en estancias temporales donde la historia se esconde avergonzada.

Tenemos historiadores muy bien pagados y por tanto los peores del mundo.

Van de palacio en palacio escribiendo y cobrando. Nadie puede imaginarse lo efectiva que es la mentira.

Errores que se repiten. La maravillosa y luminosa juventud.

España está en un único Palacio: Zarzuela. A pesar de los sainetes y y la confusa historia nuestra. Pero es nuestra, no de otros, y a su alrededor debemos arrullarnos en lo bueno y en lo malo.

Al fin y al cabo no nos ha ido tan mal, aunque nuestro carácter sea tan crítico con nosotros mismos.

Gritemos viva el Rey y que viva donde le dé la gana, pero, por ahora, el símbolo está en el Palacio de la Zarzuela.

Más de uno siente el dolor de la edad, de la tristeza, de la sabiduría ahora despreciada. Puede que del error, de la equivocación.

Dijo Napoleón que un error es peor que un delito. Roma no; España sí. Paga a traidores.

Es de esperar que ningún bruñidor acabe desgastando la cadena.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

7 septiembre 2020

Blog: generaldavila.com

DÍAZ AYUSO Y MARTÍNEZ-ALMEIDA. COMUNIDAD Y AYUNTAMIENTO General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Me da lo mismo que lo misma me da. A estas alturas mi triunfo es la independencia ante, o contra, todo. Si soy objetivo o subjetivo tampoco me preocupa. Hasta el proemio es innecesario, pero por si acaso.

<<No hay más que dos grupos humanos: los que guisan con aceite, y los que guisan con manteca. Los primeros son los semidioses; los segundos los esquimales>> (d´Ors).

En esta crisis vemos esquimales que nos dejan cada día helado el corazón, como la morada en la que habitan y los guisos de manteca que nos ofrecen.

Pedía San Ignacio de Loyola no hacer mudanza en tiempos de crisis. La crisis es permanente y es el tiempo de la mentira-mudanza, cuando todos prometen, hacen y deshacen, para que se vea que ni hacen ni dejan hacer. Una de las cosas que mejor hacen es deshacer lo que otros hacen para que se vea que ellos son los únicos que hacen. Una mudanza continúa e inquietante que nos conduce a vivir en la incertidumbre.

¡Ay, si estuviesen quietos! Todo este juego de palabras es la trampa diaria de la política. Dicen una cosa y al día siguiente otra. Rellenan los folios vacios de nuestras mentes. Ellos escriben sobre ese espacio que les dejamos; y da resultado. En colectiva mudanza, cuando no saben ya en qué habitación están los muebles.

En esta durísima crisis más que soluciones hay enfrentamientos. Se tiran los trastos a la cabeza. El Gobierno ha propuesto la mejor de las soluciones: no hacer nada, dejar pasar el tiempo y señalar como culpable a Madrid, cuna del 8M. y de Vistalegre. Ya lo saben ustedes: la culpa la tienen la presidenta de la Comunidad y el Alcalde. Arma política para su derribo: el insulto. No conocen otra.

Vuelvo al proemio, porque obras son amores y es lo único que mis ciegos ojos ven y escuchan mis sordos oídos.

Eficacia en Madrid. A pesar de ser el lugar desde donde atacan los que viven en una isla fortificada llamada La Moncloa.

Estos tiempos recios, confinados, dan para mucho. Observar y analizar datos y posturas, mentiras y composturas, es un buen entretenimiento. <<¡Desconfiad de los falsos profetas! […] ¡Desconfiad de aquellos que pretenden tener el sólo y único monopolio de la verdad!>>.

Me quedo con la gestión de la Comunidad de Madrid y del Alcalde de la Capital de España. Se han llevado la peor parte de la pandemia y los mayores insultos del agitprop. Su gestión está siendo impecable, sin medios, sin ayudas y con la difamación como aliento.

No importa; obras son amores.

Humildad, paciencia, gestión y caminemos.

No sé por qué me da que ellos van por el buen camino. Por primera vez y sin que sirva de precedente se puede hablar con convicción y esperanza de unos políticos: Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida.

¡Aleluya! Nada de manteca. ¿Veremos un horizonte que amanece? Va siendo hora de salir de esta noche oscura.

¿Porque saben cual es el problema? Que a pesar de lo que ustedes y yo pensamos, a pesar de ver lo que está ocurriendo, si mañana hay elecciones generales nada cambiará en España. El colchón de la Moncloa no tiene visos de cambio.

No habrá mudanza. ¿Dónde está o quién es el error? No miren hacia fuera, dentro está; entre los que siendo iguales, van a su aire, y se creen lo más. Guisan con manteca.

Divide y vencerás. Divididos están.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

15 abril 2020

QUEREMOS UN GOBIERNO QUE NO NOS MIENTA. DESALOJEN LA MONCLOA General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Todo esto les produce mucha risa

¿Tiene mascarillas ILLA? No esas las venden en la Moncloa. ¿Y test del coronavirus ILLA? No son fiables, pero si compra un gel desinfectante viene un “TEST ILLA” de regalo. Me dicen en la farmacia.

¡ILLA! ¡ILLA! ¡ILLA!; ¡ILLA maravilla! ¡Queremos “TEST ILLA”! Cantaba el PSC o el moncloita, o los chinos. Más bien algunos de los chinos. Que se la han clavado. Si no fuese por la gravedad del asunto las chirigotas durarían la eternidad del virus. Malo es un tonto, peor dos, tres, cuatro y así… En la tele a diario. La Moncloa se los compra a los chinos, sin homologar. Dos tontos por el precio de uno. No caben más en el recinto de la Moncloa. Pero mandan, nos mandan a… o al cementerio, que ni eso, mientras dice el Gobernador del Reino <<ahora va a llegar la ola>>. Sin dignidad, solo con un mínimo debería dar paso a la solución que lleva días esperando en la puerta de la Moncloa para entrar cuando ellos salgan. Habrá que cambiar el colchón. Va siendo hora.

Dicen que España se ha convertido en una inmensa corrala que habla desde los balcones, que son tiempos de unidad y de no crear polémicas políticas. Creo que es un grave error. Es tiempo de salvar vidas y de gobernar con eficacia y sobre todo con verdad; caso de no hacerlo se debe remediar la situación con un relevo inmediato.

El Gabinete de Crisis no debería ser el que es. Esta es una situación sin precedentes que requiere tomar decisiones sin precedentes. España no es de Sánchez ni de Iglesias.

Tenemos científicos en el Centro Superior de Investigaciones Científicas verdaderamente alarmados por la ineficacia del Gobierno y por no haber reunido un Comité de expertos para la lucha. La política debe ponerse a retaguardia de la ciencia, para apoyar, no para decidir como <<Illa maravilla>> que de esto sabe nada; dudo si de política sabe algo. Un verdadero peligro.

¿Que necesitamos? Un Gobierno que no nos mienta. Nada hay tan grave y perjudicial que el irresponsable desconocimiento. Peor que la mala intención. No todos valemos para todo. Este presidente es… ¿para qué repetirlo?, y su vicepresidente más, pero más listo. Agazapado en su zorrera espera que la gallina quede suelta y sin vigilancia.

La solución urgente es que alguien se haga cargo de la crisis. Sé que los científicos están alarmados, las industrias sanitarias sobrepasadas y asustadas, los médicos aterrados, la población desinformada. Empieza el pánico. El pánico son ellos, no la enfermedad; la incapacidad, inútiles que nos conducen al precipicio.

ILLA vete. Sánchez vete. Iglesias sal de tu zorrera y vete.

Era <<muy bajo el riesgo de coronavirus de China en España>>, decía el insensato maravilla.

ILLA vete a la… Sí, no te equivocas, ahí. Llévate contigo al conjunto que te apoya y dedícate a jugar a los chinos.  Todos mienten, y cuando digo todos, sé lo que digo. Órdenes. En boca de uno de ellos: <<Aquí todos mentimos>>.  Al fin Defensa se digna decirnos el número de soldados contagiados. ¿Secreto de Estado? Apañados vamos. Y lo que te rondaré…

Si nos queréis, irsus. Desalojen la Moncloa, dejen hueco.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

27 marzo 2020

 

LOS PARTIDOS DEL PIMPAMPUM: PP-VOX-CIUDADANOS General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Es urgente. No caben medias tintas ni salirse por los extremos, que ambos partidos los tienen y en cuanto se habla de acuerdos surgen ellos, los de los extremos, arrogándose el protagonismo. Arrogancia: ¡mira los votos que tengo! No tienen nada. Nada. Ningún protagonismo en su aislamiento y enfrentamiento del que se ríen los de la Moncloa.

Los votantes, no sé por qué me da, están empezando a hartarse de tanto papanatismo político.

El verdadero problema de España no es el pin parental sino el pimpampum, entre ellos, con el que se entretienen los partidos PP-Vox-Ciudadanos, que van cayendo, una tras otra, en las trampas que el social-comunismo emergente les va tendiendo. Estos partidos a los que la historia política actual está llamando a gritos a la defensa de España, de su Patria España, en un afán de protagonismo inexplicable y teatral, solo buscan la fachada mediática. Acaparar lugar en los medios o redes sociales, para lo que sus cabezas pensantes inventan a diario algo que sirva para que se hable de ellos y no perder protagonismo. Solo tratan de que no se olvide nadie de que están ahí. Mientras, los que gobiernan van pasito a pasito en busca de sus objetivos de manera clara y contundente, sin oposición ni nada que se le parezca.

¿Que cual es la solución? Se lo están repitiendo todos los que hablan, escriben, piensan, sienten España y pueden transmitirlo: únanse de una puñetera vez. Esta guerra o se gana juntos y en el esfuerzo común o la tienen perdida. Que ustedes como partido pierdan la guerra, la suya, creo que nos importa un bledo, lo que no nos da igual es que pierda España. Eso es lo que en estos momentos está en juego. Si repasan, o leen por primera vez, que los hay, la historia de España, conocerán a su enemigo; sí, he dicho enemigo, porque ya, entre ellos, no solo hay adversarios políticos sino un enemigo que quiere acabar con la unidad de España vía separatismo o federalismo.

¿O es que aún no se han enterado?

Señor Casado, señor Abascal, señora Arrimadas, señores del PP-Vox-Ciudadanos, los españoles necesitamos que hablen por nosotros, juntos, del mayor problema que tenemos en España: España. Háganlo juntos, tres en uno, luchen por ello, en el Congreso de los Diputados, en el Senado, en los Parlamentos autonómicos, en los ayuntamientos. Reúnan a los ciudadanos, votantes suyos o no, con asiduidad, háblenles, con palabras entendibles, déjense de monsergas, movilicen a los españoles, recorran las calles, los metros y los trenes: trabajen en política, en la política que exige el momento, que es de lucha, de combate, sin descanso.

Cuando el problema de España esté resuelto, defiendan sus siglas, o lo que les dé la gana.

Mientras la unidad de España, y lo que eso conlleva, esté en peligro no tienen ustedes el más mínimo derecho a parcelar su actividad y creerse los mejores o el único remedio para la salvación de la Patria. De eso se trata: de España.

Elijan, porque <<no hay perfección donde no hay elección>>. O el partido o España.

<<Pero al que le faltare el acierto, búsquelo en el consejo en el ejemplo; que se ha de saber o se ha de oír a los que saben para acertar>> (Gracián, El discreto).

Hay que defender los intereses generales del país y no el interés personal.

Creen los políticos ser más hábiles que sabios. Desean que todos vivan de acuerdo con sus criterios.

<<Cuando la marcha normal de los acontecimientos solo puede tener como resultado la derrota, pues esta no es más que cuestión de días, no hay ninguna razón a partir de ese momento para esperar, y lo único que cabe hacer es lanzar una operación de grandes riesgos>> (Erwin Rommel).

No le tengáis miedo a esa operación. Se trata de plantearla juntos. No por vosotros. Es España quien lo necesita.

Dejemos el pimpampum para las fiestas de verano. Estamos en un profundo invierno. La justicia también necesita salir de la oscuridad invernal y que le llegue la primavera.

Gloria ha sido y es devastadora.

Pimpampum: <<Juego en que se procura derribar a pelotazos muñecos puestos en filas>>. (Diccionario de la RAE).

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

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ESPAÑA SE ASOMA AL ABISMO. ESPAÑA O SÁNCHEZ (1931-34-36). Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

ESPAÑA SE ASOMA AL ABISMO. ESPAÑA O SÁNCHEZ (1931-34-36). Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Reconozco mi inocencia; es decir, mi error. Ayer escribía, recordando mi artículo del 1 de agosto (Casado, Rivera, Abascal: Abstención.) que era necesario dar estabilidad a la Nación y permitir, mediante acuerdos, que la derecha dejase gobernar a Sánchez. La única razón era no permitir que España cayese en manos de comunistas, independentistas, filoterroristas y demás gentes de oscura trayectoria.

Hoy vuelvo a la realidad. Visto el acuerdo de Gobierno con los comunistas de Unidas Podemos se deshace cualquier esperanza. Nos asomamos al abismo.

¿Qué ha ocurrido?

Es fácil de explicar. El señor de la Moncloa ha adivinado esa posibilidad: que desde la derecha le ofreciesen un pacto de estabilidad, por España, por la unidad, por la convivencia, para acabar con los independentismos. Le ha entrado pavor. Se ha adelantado. Como siempre haciendo trampas, con las cartas marcadas, con la venganza preparada. Él no está a eso.

La pregunta es: ¿En qué han cambiado las cosas para que antes no y ahora sí haya acuerdo con Unidas Podemos? ¿Por qué tan rápido sin escuchar las propuestas o acuerdos de todos los partidos? Aquí hay gato encerrado. Una vez hubo un Pacto de San Sebastían; ahora no sabemos dónde, pero igual.

Otra pregunta, que no es baladí: ¿No era de cortesía democrática haber esperado a la presencia del Jefe del Estado en España?

Es una estrategia calculada, antigua, que solo traerá sufrimiento, miseria, decepción y que puede acabar con España.

¡Ahora nos vamos a enterar de lo que es memoria histórica! Lo que tiene de venganza, de odio, de revancha y de pobreza. A partir de ahora nos vamos a enterar de lo que es un «Gobierno progresista».

El señor Sánchez, ha ofendido a millones de españoles que acaban de dar su voto, no ha oído  a sus representantes, los ha despreciado políticamente. Eso no es de demócrata sino de lo que realmente es este personaje. En democracia se gobierna para todos y hay un mínimo de cortesía que te obliga a escuchar a aquellos que piensan de manera distinta. Lo que ha hecho, el acuerdo al que ha llegado dos días después de las elecciones, abre muchos interrogantes. Repito la gravedad: el desprecio con el que ha tratado a más de 10 millones de votantes.

Al menos esto servirá para que la inocencia y el pensamiento naíf de algún partido se regenere y espabile ante lo que va a gobernar en España.

Prepárense, jóvenes y viejos, tontos y listos, pobres y ricos, socialistas, izquierdistas, derechistas, comunistas y peronistas, que para todos van a repartir a siniestra más que a diestra. Ha llegado el justo, el equilibrado Sánchez, con el padre Iglesias que parte y reparte, pero se quedan con la mejor parte. Habrá para todos. Ahora sí: «Ni la madre que la parió». Al fin lo han conseguido. ¡Hala! Ya puede dormir tranquilo en La Moncloa. El colchón no se cambia.

El Frente Popular vuelve a las andadas. Cuidado que a alguno se lo llevan detenido.

A punto de sumir a España en la desolación se impone la lucha por las libertades. Los buenos capitanes nunca buscan la batalla si la necesidad no lo obliga o la ocasión no lo induce. Esta es la ocasión. Si a la derecha fraccionada le da la gana de dejarse de inocentes planteamientos y acepta de una vez por todas que las tibiezas se pagan caras.

Hábil, sagaz, y no olvidar que la guerra es el reino del engaño. ¿O todavía no se han dado cuenta?

Los medios de comunicación que hagan lo mismo; sus intereses económico/informativos no son los políticos o no deberían serlo. Su interés debería ser la verdad, la libertad. Exclusivamente. ¿Lo será?

Y por último, que siempre se nos olvida, los empresarios en vez de pedir y ocultar, bueno sería que empujasen un poquito y no ponerle palos a las ruedas. A ver ahora lo que dicen y hacen.

Estamos ante una emergencia nacional. Por si alguno no la identifica, se lo repetiré:

La unidad de España. Dicho de otra manera: la existencia de España.

Ustedes han decidido, aunque no sé para qué nos han preguntado. Aquí se hace lo que dice el señor Sánchez. Sin consultar, sin preguntar.

No todo está perdido, en Las Cortes hay partido, pero hay que espabilar antes de que se pierda España. Hay que lidiar con lo que tenemos.

Ahora más que nunca: Por España. Todo por España.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

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13 noviembre 2019